
Adolescente idéntico a su pubis,
don Luis arroja libros por la borda
de su despacho eternamente en fuga.
Este muñón de carne inolvidable
soñó el atardecer que lo desnuda.
don Luis arroja libros por la borda
de su despacho eternamente en fuga.
Este muñón de carne inolvidable
soñó el atardecer que lo desnuda.
es fácil para alguien como Cernuda tener patria en España, pais de lacras y restricciones catetas.
ResponderEliminarUn país que no reconoce al gran poeta del sentimiento, el más trascendente del siglo XX en la literatura española.
Pero ya no es tiempo de homenajes cuando sólo consuela su lectura.
http://elsexodelasmoscas.bitacoras.com
Falta un 'NO'al principio del texto.
ResponderEliminarentiendo que el poema es de al59. Me equivoco?
ResponderEliminarHobbes
Cuando no se indica otra cosa, es así (o un imperdonable descuido).
ResponderEliminarPues me parece buenísimo. El primer endeca le habría encantado a Vallejo; el cuarto yo diría que también.
ResponderEliminar(Por cierto, Al, ?te gusta el peruano? Dices que tu test de simpatía es con Rubén. Otros esgrimos a Vallejo: me cae directamente mal cualquiera que no lo apruebe.)
Aprobado queda, con su pecho colorado y sus húmeros. Además, Larrea (a quien adoro) lo adoraba —tanto que la viuda de Vallejo, quizá por celos, no podía ni verlo.
ResponderEliminar