
Años después, un saxofonista se haría famoso con la música de las ballenas y los lobos. Años antes, un católico vanguardista y sinestésico pasaba a limpio los cantares de ruiseñores y abubillas. Entre medias, Pink Floyd —cediendo con gusto el micro a la Dama y el Vagabundo.
También los ladridos tienen significado. Incluso los ladridos humanos. Saludos cordiales.
ResponderEliminarEste vídeo junto a Echoes del mismo grupo son realmente la hostia platanera. Es un placer descubrir este blog. Un saludo,
ResponderEliminarLos años felices del Ummagumma (no sé si sobra una 'm' o dos), la sicodelia en su plenitud: varios animales aullando como acompañamiento. Lo hacen a ritmo, dirigidos por batuta. Son animales músicos. O, más bien, los músicos son unos animales. Sólo suenan ellos y sus sensibles sintetizadores. El vídeo nos recrea la ilusión.
ResponderEliminarSaludos.
Grifo