domingo, 4 de julio de 2010

Alfa y Omega


(Andrés Bestard, Flecheros simétricos, 1985)


Venían a ser iguales.
Uno tenía principios.
El otro, finalidades.

5 comentarios:

  1. ¡Oh, nueva ley de igualdad!
    Tabla rasa de principios,
    patas de finalidad.

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  2. Se podría recordar también aquello de Bergamín:

    La verdad y la justicia
    son dos malas consejeras.
    Una te dice que mates;
    la otra te dice que mueras.

    (Así la recuerdo yo, de una vieja fotocopia ilocalizable. Veo en la Red que otros creen haber leído 'la verdad y la mentira'. Puede ser, pero lo dudo. Lectio difficilior, potior.)

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  3. Y mientras llega o no llega
    el círculo de la alfa
    gollete nos es la omega.

    Rafa kai pali.

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  4. Para el acierto no hay método. De ahí la conveniencia de meterse no en proyectos sino en líos, aventuras, enredos, donde no hay garantía de nada. Así la vida misma; y este blog.

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  5. Y si se suman ambos sólo tenemos "penalidades", lo propio del penal que es lo real. con todo, ¿a quién no le mete espanto la idea de cruzar el umbral de su única puerta de salida? Por eso aquí seguimos de quinquenio en quinquenio y de quindenio en quindenio, esto es, de generación en generación, siguiendo el laberinto como los ratones de "Mon oncle d'Amérique".

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