
Por si les apetece cantar este romance tradicional. La música cientovolandera que le ha salido se parece a muchas versiones tradicionales, aunque no es exactamente ninguna de ellas.
Gerineldo, Gerineldo,
Gerineldito pulido,
¡quién te tuviera esta noche
dos horas a mi albedrío!
—Porque soy vuestro criado,
señora, burláis conmigo.
—No me burlo, Gerineldo,
que de veras te lo digo...
Gerineldito pulido,
¡quién te tuviera esta noche
dos horas a mi albedrío!
—Porque soy vuestro criado,
señora, burláis conmigo.
—No me burlo, Gerineldo,
que de veras te lo digo...
Frescura, deseo, juventud, Gerineldo...
ResponderEliminarHoy me acordaba, Joselu, de estos versos de Góngora, que en cierto modo resumen el romance:
ResponderEliminarQue se olvide a la hija el padre
de buscarle quien le cuadre,
bien puede ser;
pero que pase el invierno
sin que ella le encuentre yerno,
no puede ser.