Algunas preguntas que tiene sentido hacerse; no tanto planteárselas a otros. Sustituirían a las que sufrimos habitualmente (¿eres creyente? ¿Te consideras una persona religiosa?).
1. ¿Piensas el mundo en términos míticos (ciclos que se repiten, paraísos perdidos, ciudades celestes, laberintos, tesoros ocultos)?
2. En el arte que sueles consumir (cine, literatura, comic) ¿abundan esos términos?
3. ¿Sueles recordar tus sueños? ¿Te resultan significativos? ¿Numinosos?
4. Cuando paseas por una ciudad desconocida, ¿te atraen las áreas convencionalmente marcadas como sagradas (iglesias, mezquitas, sinagogas, conventos, ermitas)? ¿Sueles hallarlas estéticamente superiores a su entorno?
5. ¿Te gusta la música religiosa? ¿Sientes que puedes reconocerla sin saber de antemano que lo es? Si es así, ¿por qué?
6. Si has explorado algunos estados alterados de conciencia a través de fármacos, ¿has tenido la impresión de entrar en un terreno numinoso, cercano en algún sentido al mito o la mística?
7. La palabra 'dolor' surge en respuesta a una sensación previa, extralingüística. ¿De dónde proceden palabras como 'sagrado' o 'numinoso'?
8. ¿Has tenido alguna vez una sensación marcadamente inefable, que pareciera abaratarse y desmentirse al convertirla en palabras?
9. Sólo el sabor de un helado de chocolate o el color azul tienen una gama amplísima. En religión, como en todo, ¿que nos acerca a la verdad? ¿Distinguir o reducir, por abstracción, lo diverso?
10. Si dioses y mitos son tipos de personaje y de historia, ¿qué necesidad hay de 'creer' en ellos? ¿Desaparecerán si no tenemos fe? ¿Si les niegas tu adhesión, dejarán de afectarte?
38 comentarios:
"Si has explorado algunos estados alterados de conciencia a través de fármacos, ¿has tenido la impresión de entrar en un terreno numinoso, cercano en algún sentido al mito o la mística"
Y ¿si te ocurre sin fármacos?
Me ha gustado esta entrada ;)
Lo peor que le ha podido pasar a lo numinoso/sagrado es que lo enjaularan en religiones.
Bueno. También a las heridas les sale costra.
"Lo peor que le ha podido pasar a lo numinoso/sagrado es que lo enjaularan en religiones."
Ayer, haciendo el 2º recorrido de la 1ª etapa de mi camino de Santiago, veía como esta primavera esplendorosa, hija del crudo invierno, nos trae pequeños retoños de álamo asomando de entre los escombros ...
Mi pregunta personal sería ésta: Aunque no creas en los dioses y éstos hayan dejado claro que tú tampoco les importas un ardite, ¿por qué tu corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera? O, lo que es lo mismo, ¿hay milagros fuera de Ordet?
(Perdón por el tono confidencial, que no se volverá a repetir.)
El problema es que la religión y el racionamiento han hecho de lo numinoso algo mucho más complicado de lo que realmente es.
La transcendencia se haya en la sencillez. Creo que a base de mucho lavado de cerebro hemos acabado confundiendo las cosas.
No hay nada sobrenatural ajeno a nosotros y que no esté al alcance de cualquier humano, solo hay que aprender a desaprender, nada más.
Fe de errata:
"La transcendencia se haya en la sencillez". Quería decir "halla"
Perdonada, a veces escribo muy deprisa y no sé como corregir en un blog
"Aprender a desaprender". No lo podemos negar. Somos la generación de la Bola de Cristal. (En sentido amplio.)
Roxana: a usted le permito todo (y además me gusta todo lo que permitirse quiera). Que conste.
Aurora: para mí que sí tiene importancia en lo sagrado el sentimiento de la alteridad, de una otra cosa que no está siempre ahí, o no siempre estamos nosotros en su rumbo. La etimología, que no suele mentir, algo dice de eso: sagrar es sangrar, poner (o encontrar) aparte. En cierto modo es sagrado justo aquello que no puedes utilizar de una manera común.
Exactamente eso es lo que ha conseguido el affair cristiano (entre otros): hacernos pasar por extraordinario algo que es realmente de lo más mundano.
Son conceptos como alteridad, espacio o tiempo los que hacen ver como extraño algo que no solo es común, sino que aparece precisamente cuando dejas de buscarlo.
Común puede tener un sentido muy amplio. Si como común se entiende asequible a todos, por supuesto que sí. Estoy convencida de ello. De hecho es así. Como prueba mi propia experiencia.
El día que aprendamos lo sencillo que es, nos reiremos y espero que llegue pronto, porque ya es hora de que dejemos de sufrir por ello. Aunque parezca mentira, creo que estamos en el buen camino.
Esto sin negar ese instante de desbordamiento en el que alguien puede decir, con razón: 'todo es sagrado'. Lo que no significaría nada (ni haría falta decirlo) si no se tratara de eso: de un momento de plenitud, que exige ser reconocido como tal. (Tal como alguien, en ese mismo estado, puede decir: Todo es música o Todo habla.)
Y cuando ese pequeño instante se convierte en la misma eternidad... ya está, así de sencillo, ¿ves? no era complicado.
Ese instante es de eternidad, sin duda. A veces nos salimos del tiempo (o sentimos que nos salimos; igual da). La sorpresa que sentimos es el último recordatorio de que no es, por desgracia, lo común. No hay cima sin valle.
No me has entendido, creo. Lo que te quiero decir es que tan sagrada es la cima como el valle y tan sagrada la seguridad eterna como la duda mortal. Lo que te quiero decir, es que esa percepción que tienen algunas personas en ciertos instantes (aunque realmente la tienen siempre, aunque no lo sepan) se hace común cuando se deja de ver como algo excepcional. No sé muy bien como explicarlo. A ver si con la siguiente entrada que estoy gestando lo aclaro algo más.
Omnia praeclara rara, nos enseñaban hace años, y me sigue pareciendo cierto. Dicho lo cual, leeré con interés esa entrada, vaya que sí.
"Omnia praeclara rara, nos enseñaban hace años".
Ya te dije que había que desaprender lo aprendido (y me faltaba > y aprender lo desaprendido), jeje. Desde luego un intelecto preprogramado secularmente y en que tanto se confía, no te lo va a poner nada fácil, Alejandro.
El problema es que todavía no sé como conceptualizar todo esto sin que parezca un absurdo. Espero poder hacerlo, porque no es conocimiento intelectual sino empírico el que poseo, pero lo intentaré si es necesario
El intelecto, Aurora, nunca será el malo de mi película. Se trata, en esto como en todo, de entendernos ('intelegirnos', por ponerlo más claro). Hasta el amor va de eso ('esos dos se entienden').
No estoy hablando de bueno, ni de malo (que de nuevo son conceptos del intelecto). Lo que te estoy haciendo entender es que el intelecto es una herramienta más y, que en este terreno, el de la magia, no tiene el papel principal, lo siento.
Si pones al intelecto y sus parámetros como herramienta principal se volverá algo raro lo numinoso, pero, sin embargo, si utilizas la intuición deja de ser algo raro para convertirse en la norma.
Yo es que no creo en más magia que la del arte. Que no es poca.
Es un comienzo
Del la magia del arte al arte de la magia solo hay un paso
El mismo paso que cabe dar en sentido contrario, ¿no? :)
Yo siento, en fin, que en el mundo pasan cosas que bien se pueden llamar mágicas (los regresos de los últimos tiempos, por ejemplo). Eso no significa que sean inexplicables, ni que, puestos a explicarlas, haya que recurrir a fuerzas sobrenaturales. Suceden con la gracia natural del fluir de las cosas, su gratuidad, sin previo aviso ni garantía de nada. Y, a decir verdad, es justo así como me gustan.
Exactamente el mismo, pero una vez que estás al otro lado, no vuelves a ser el mismo, también te lo digo :) (añades a tu percepción el 5º sentido)y se está muy agustito aquí; el mundo adquiere otro sentido, que yo, personalmente, por nada del mundo quisiera perder :)
En aquellos grimorios se aconseja invocar a ciertas potencias con un pie dentro del círculo protector y otro fuera. Sin el uno, nunca entrarías en contacto verdadero con lo que invocas. Sin el otro, estarías a su merced. Así los tratos con la irracionalidad. (Es viejo asunto: Ulises escuchando a las sirenas con los oídos bien abiertos —pero firmemente atado al mástil.)
Jaja.Como decimos las brujas todos los planos son importantes y todos hay que cuidar, pero sin duda alguna, la perspectiva es muy diferente y mucho más luminosa. De todas maneras vuelvo a decir, volviendo al comienzo, que habría que desmitificarlo todo un poco, pues nacemos todos con esa potencia que es básica y común en el ser humano (como la emoción o el intelecto) y la verdad que una vez que aprendes tampoco es nada tan tan especial, sino el desarrollo de una capacidad innata y el desarrollo de otros planos de consciencia, nada más. Si nos enseñaran estas cosas naturalmente y sin tanto rollo nos libraríamos de mucho macabro, charlatán, iniciado codicioso, iglesias e iglesillas y demás pandilla de sinvergüenzas que han manipulado y sometido durante siglos la espiritualidad y lo numinoso, convirtiéndolas con su mitificación en algo que no es.
Por ahí es por donde no nos entendemos. La desmitificación nunca es el camino a otra cosa que una caricatura o sucedáneo de lo desmitificado, un descenso. El discurso tradicional sobre lo sagrado deja claro que es algo que no se puede domesticar ni reducir sin engaño a fórmula. Así la inspiración y cualquier otro contacto genuino con lo inesperado, sea caricia o zarpazo. Son esas islas de Barandán, que a veces están y a veces no. Y uno las ha sentido, y las siente a veces, exactamente así. Lo que no puedes prever, evitar ni manejar, eso son ellas. Todo lo demás, que puede estar muy bien, es otra cosa.
El sacerdote más sabio, sea católico o de la Wicca, sabe en el mejor de los casos a qué huele lo que buscamos y por dónde anduvo alguna vez. Sobre dónde y cuándo saltará de nuevo la liebre (por ejemplo, dónde y cuándo se volverá a dar una gran obra de arte, o surgirá un gran movimiento de cambio, como el de los 60) tiene la misma idea que cualquiera. O sea, ninguna.
Pues yo creo que de nuevo no nos entendemos, no por nada sino por una cuestión semántica y de perspectiva, nada más.
Tu hablas con conceptos y con discursos ajenos y yo con percepciones, experiencia y sentimientos. Tu hablas desde la intelectualidad y yo desde la práctica.
Pero me parece triste, porque con ello solo conseguiréis que los de siempre vuelvan a dominar lo que es de todos.
Además jamás he hablado de domesticar, sino de todo lo contrario, de liberar, pues lo que se ha hecho hasta ahora es intentar domesticar el Espíritu y por eso solo brilla cuando su guardián (uno mismo) se despista. Se libera a través de la experiencia.
Pero quizá tengas razón, a pesar de todos los pesares, la mayoría de la gente aun no es capaz de aprovechar lo que tiene y disfrutar de la libertad, se conforma con pequeñas islas y piensa que eso es lo normal , eso no te lo puedo negar. Esto, sin embargo, no nos puede hacer negar que alcazar la libertad sea tan fácil como abrir la puerta.
Más no te puedo decir Alejandro.
Me parece bien si quieres seguir con tus islas y que dudes de las experiencias de los demás, pero sería tanto como decir que los demás se mienten, pero tú no
Hombre si reduces la espiritualidad a una mera gimnasia de adivinación (el astrólogo debe adivinar al verte tu carta astral o el sacerdote hacerte las predicciones culturales o sociales) pues me parece que realmente no estamos hablando de lo mismo, no.
Err... No. Lo que hago precisamente es no aceptar un discurso ajeno si no se corresponde con mi experiencia. Es decir, puede que no hablemos de lo mismo cuando hablamos de lo sagrado; en cualquier caso, no reconozco aquello de lo que yo hablo en lo que tú me cuentas. No pienso, digamos, que se puedan cazar hadas; de hecho, ni siquiera lo encuentro deseable.
Ein? ¿Cazar hadas?!! No sé de que estás hablando, ¿Cuándo he hablado yo de cazar hadas? No te entiendo.
Yo tampoco puedo aceptar un discurso que no tiene nada que ver con mi experiencia.
Mi práctica, ciertamente, no sigue la pauta de ningún movimiento religioso o espiritual, ni se sustenta en ninguna fe o credo. Consiste, sólo, en haber dedicado lo mejor de mí, desde que tengo memoria, a seguir atento a ciertas señales; y procurar estar a su altura. En cierto modo, esa práctica nos tiene aquí y ahora hablando; cosa que le agradezco.
"Mi práctica, ciertamente, no sigue la pauta de ningún movimiento religioso o espiritual, ni se sustenta en ninguna fe o credo. Consiste, sólo, en haber dedicado lo mejor de mí, desde que tengo memoria, a seguir atento a ciertas señales; y procurar estar a su altura. En cierto modo, esa práctica nos tiene aquí y ahora hablando; cosa que le agradezco."
Pues lo mismo me ha pasado a mi ¿Que crees?. ¿Entonces por qué estamos hablando como si fuéramos uno de marte y el otro de Venus? no lo comprendo.
Cazar hadas es una imagen para esa idea de volver cotidiano, previsible, desmitificado, lo que hasta entonces andaba libre e incierto por los aires, sin que cupiera siquiera estar seguros de si era alucinación o visión verdadera. Mi opción, resumiendo mucho, es preferir ciento volando al pájaro en mano: por aquello, quizá, de que a pocos plumíferos que han pasado por esta última situación se les ha visto volver a volar.
Ves como hablamos desde perspectivas diferentes. La magia es libre e imprevisible (aunque a través de la magia veas los finos hilos que lo unen todo) Pero es que nosotros también somos mágicos y si crees que puedes controlarte o preveerte, lo llevas claro:
1- para ti cotidiano es símbolo de aburrido y preciso, para mí no, sino todo lo contrario, darse cuenta de que lo cotidiano es mágico y de que no lo puedes predecir es de lo que hablo. Y darte cuenta de que lo predecible también es mágico, mejor que mejor. Es la mayoría de la gente la que intenta predecir constantemente su vida y es lo que les hace dejar de ver magia y dejarse morir (por dentro)
2- para tí normal es símbolo de previsible, para mí no. Es más me parece engañarse pensar ni tan siquiera por un momento que podemos preveer nada, controlar nada ni cotidianizar nada, eso si que es una quimera y una gran mentira, porque no es verdad. Y tanto los valles como las cimas, las penas como las alegrías, todo absolutamente todo es para mí un universo mágico y más no puedo decir, creo que cada uno tiene que hacer su propia experiencia y esta es la mía y desde que es así todo ha cambiado y disfruto con ello cada día como una niña pequeña. Es volver la vida con inocencia y lo mágico también, nada más.
Lo que yo hago es simplemente aceptar las cosas como son: todo imprevisible, todo mágico, pero a la vez parte de un proceso maravilloso de crecimiento y aceptación. La cotidianidad y el aburrimiento son fruto de la falta de libertad y del miedo. Dejar las cosas fluir y llevarme sorpresas a diario ¿Por qué es eso malo?. Por eso no podemos ahora más que hablar en circulo tú y yo, porque estas intentando meter lo que digo en una jaula y no puedes porque se te escapa de nuevo entre los dedos como un pájaro.
Yo veo todos los días cientos de pájaros volando y no los meto en ninguna jaula ¡que barbaridad!, simplemente disfruto de ellos y disfruto de mi misma como un pájaro también integrada en este universo mágico, viviendo cada momento con la mayor consciencia ¿Qué tiene esto de malo?
Estás confundiendo la dirección, yo no aprisiono la magia y la meto en una jaula para mí, es en la dirección contraria en la que tienes que ir. Yo me libero y me dejo llevar por la magia, me uno con ella. Aysh Alejandro, no te lo sé explicar mejor pero te puedo asegurar que es un proceso natural de uno mismo y no de control y opresión, sino de expansión y de alegría. Es mirar la vida con los ojos del alma y yo ya no sé vivir de otra manera, ni quiero y creo que es absolutamente maravilloso vivir así y puedo decir sin equivocarme que soy feliz, muy feliz: me ha cambiado la vida de arriba a bajo y desde la raíz, la percepción del mundo, mis relaciones con los demás, mi cuerpo, me lo ha cambiado todo.
Bueno un beso.
Suena bien, sin duda. Mejor sabrá. :)
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