Está de actualidad el festival de Eurovisión, con sus cantantes previsiblemente imprevisibles. Bien: para representante sorprendente, Franco Battiato, que acudió en 1984 a la cita con esta maravilla. No ganó, claro.
miércoles, 19 de marzo de 2008
Eurovisión
Confiaba en desengañarme (digo desengancharme) un poco, pero aquí en Sagrata, Italia, la hospitalidad de Giulia es tan buena que hasta hay conexión a la dínamo celeste (como la llamaba, sin saber aún de qué hablaba, Allen Ginsberg).
Está de actualidad el festival de Eurovisión, con sus cantantes previsiblemente imprevisibles. Bien: para representante sorprendente, Franco Battiato, que acudió en 1984 a la cita con esta maravilla. No ganó, claro.
Está de actualidad el festival de Eurovisión, con sus cantantes previsiblemente imprevisibles. Bien: para representante sorprendente, Franco Battiato, que acudió en 1984 a la cita con esta maravilla. No ganó, claro.
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2 comentarios:
J., el señor que recarga la máquina del café a la que a veces recurro cuando desfallezco, me dijo que seguramente nuestro Rodolfo Chiquilicuatre no va a ser lo más tremendo de Eurovisión, que habrá más. Va a tener razón.
Una suerte estar en ¿Italia? y encima poder conectarse. Que disfrutes.
A mí no me parece mal la gracia. Cierto que si las canciones tuvieran otro nivel (en plan Los trenes de Tozeur), sería como enviar el 'Pican pican los mosquitos' a competir con el Himno a la Alegría.
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