Pedí a mis alumnos marroquíes que me contaran ''Diez cosas sobre los genios''. Sumando aportes, salen más de diez (pero tampoco muchos más: aunque caben detalles curiosos, los trazos que sustentan el retrato tienen que ser pocos y constantes). Unifico grafías:
yinn (ellos los escriben a veces
djinn o
jinn) y añado algunos comentarios entre corchetes. Agrupo los testimonios por temas e indico con cursiva los que he transcrito literalmente.
1. Qué son y qué pinta tienen.1A. Los
yinn no son humanos.
1B. Los hay musulmanes y no musulmanes. [Más abajo nos cuentan que algunos hasta peregrinan a la Meca. Los que Salomón encerró en ollas o botellas son del segundo tipo: rebeldes contra Alá. Recordemos que su intención cuando salen suele ser matar a quien los ha liberado.]
1C. Son invisibles: no se les puede ver la cara. [¿Mera imposibilidad o también un tabú?]
1D. No se les puede tocar.
1E. Tienen patas de vaca (o de caballo).
1F. Tienen la nariz torcida.
1G. Son azules.
1H. Pueden transformarse en animales.Por eso se dice que no mates a un animal por la noche.
1I. Dicen que los gatos de noche, si no tienen sombra, son yinn.
1J.
A mí de pequeño me contaban una historia de un yinn que se llamaba Bumnajil. Me decían mis tíos: «Lleva una escopeta, es feo», y cuando salía de noche me decían «Mira, ahí está», y yo me asustaba.1K. Antes aparecían más los
yinn. [En Europa, la desaparición de la fauna feérica va ligada a la cristianización e industrialización. En el mundo islámico, hay quien dice que la creencia en
yinn languidece; pero recordemos que son una parte de la cosmovisión oficial. El Corán habla de ellos y hasta les dedica una sura.]
2. Por dónde paran. 2A. Los suele haber en cementerios, bosques y casas antiguas.
2B. A muchos de los que cuidan el cementerio se les han introducido espíritus.
2C.
Hay una casa en Oujda (donde vivo yo) que quien entra se muere, ahí viven 169 yinn.2D.
Mi madre antes vivía en una casa encantada. Por las noches se escuchaba cómo alguien tocaba a la puerta, y se escuchaba cómo entraba y andaba por los pasillos, y muchos ruidos.2E. Se cuenta que un
yinn se apareció a Mahoma y le reprochó que los suyos no tenían adónde peregrinar. Atendiendo su queja, se levantó en la Meca una Mezquita del Yinn, donde no entran los humanos.
3. Qué hacen y dejan de hacer.3A. Los
yinn no comen. [No, al menos, como los hombres; pero en las
Mil y unas noches los hay antropófagos, que se zampan a los viajeros, en plan Polifemo.]
3B. Como los humanos, los
yinn [musulmanes] peregrinan a la Meca, pero lo hacen desplazándose por el agua.
3C. Durante el Ramadán, el
yinn está encerrado, no puede dañar a los hombres.
4. Ellos y nosotros. 4A. Los
yinn tratan mal a la gente.
4B. Los
yinn asustan a la gente.
4C. Los
yinn entran en las personas.
4D. Cuando los
yinn entran en las personas, dirigen el cuerpo de ese individuo.
4E. Los
yinn pueden volver loca a una persona. [De hecho, la palabra árabe
maynun, "loco", proviene de la misma raíz que
yinn.]
4F. Quien tiene dentro un
yinn, se tiene que curar durante siete días.
4G. Si alguien tiene en el cuerpo un
yinn durante un año, puede enloquecer.
4H. Dicen que cuando estás paseando por la noche y pisas el agua y a tu lado [pasa] un gato, te tienes que curar. [Porque puede que se te haya metido dentro un
yinn.]
4I. A muchos de los que cuidan el cementerio se les han introducido espíritus.
4J. Les gusta la sangre.
4K. Cuando la gente va a la Meca, tienen que tirar siete piedras contra el Shaitán / contra el
Yinn. [Iblís, el diablo islámico, no es un ángel, sino un
yinn.]
4L. A los que tienen dentro un
yinn los cura un sacerdote especializado, el
fkih, que arroja fuera al
yinn leyendo el Corán. [Cf. nuestros exorcistas.]
4M. Si lees el Corán delante de un
yinn [malvado], se vuelve loco y se va.
5. Los yinn y otras criaturas sobrenaturales.5A. Los
yinn se parecen a los fantasmas. [En uno de los relatos que me contaban estos días, sobre una casa encantada, a un muchacho que entra en su interior lo posee una mujer que murió allí, en un incendio. El narrador llama
yinn al espectro.]
5B. Al
yinn lo envía el Shaitán. [O sea, Satán. De hecho, Iblís, el diablo islámico, es uno de ellos.]