Ya he contado la historia: cuando éramos críos, tuvimos una banda de rock, Assahar, que disolvimos para hacer otra cosa. En esa otra cosa, siempre por definir, seguimos (increíblemente) mil años después. Pero en el propio repertorio de Assahar se colaron algunas briznas de esa música que nos llevó a la intemperie. Esta canción de Daniel, totalmente dadaísta, marcó la frontera: la sección rítmica y la cantante (que se abstuvo) la aceptaron a regañadientes, pero a los guitarristas nos encantaba, y se nota: hay sitio de sobra para ambos (el tímido y el volcánico) en el solo final de la canción, que empiezo yo y termina Nacho (los últimos compases, por cierto, han volado: no sé si aparecerá en otra cinta una versión completa). Bien cantada, hasta se entendería... Por si acaso, aquí va la letra:
Canción amarilla
del viejo pirata
y la dulce niña
con ojos de gata.
Yo no sé dónde encontrar...
Buque fantasma
sobre un mar de plasma
buscando un cristal.
Yo no sé dónde encontrar
el buque fantasma
sobre un mar de plasma
y el busque fantasma
sobre un mar de plasma
sin principio y sin final.
Haremos canciones
después del ocaso,
el tiempo es escaso
y tú
hoy estás tan bella,
acepta esta estrella,
olvida mi nombre,
yo soy un pirata,
yo no soy tu hombre,
yo vine a la orilla
a hacer la Canción Amarilla.
del viejo pirata
y la dulce niña
con ojos de gata.
Yo no sé dónde encontrar...
Buque fantasma
sobre un mar de plasma
buscando un cristal.
Yo no sé dónde encontrar
el buque fantasma
sobre un mar de plasma
y el busque fantasma
sobre un mar de plasma
sin principio y sin final.
Haremos canciones
después del ocaso,
el tiempo es escaso
y tú
hoy estás tan bella,
acepta esta estrella,
olvida mi nombre,
yo soy un pirata,
yo no soy tu hombre,
yo vine a la orilla
a hacer la Canción Amarilla.
4 comentarios:
¡Qué canción tan gamberra AL! hacía 20 años que no la escuchaba, aunque nada mas oirla la he recordado bien. Tiene un aire a los 60 muy divertido, como el de aquellos grupos españoles que forjaron nuestro Pop Pátrio. El contraste entre los dos punteos le da mucha fuerza. Sin duda un tema para recuperar.
D.
Ahí está, D.: ¡qué baños de reverb nos dábamos y qué entrañable sonido a fritura! Eso y los cambios imprevisibles que metía Dani en mitad de las canciones, que te cambian de ritmo, de tono y, si te descuidas, de planeta.
Por cierto que hoy he pescado en el mar de cassettes otra canción surreal de Dani arreglada por Assahar. Esta noche la subo.
Oiga, Al, cuando dé un concierto avise, que eso hay que verlo. Un saludo.
Salud, Dragut. De hecho, damos uno a mediados de agosto en Madrid. Ya contaré detalles.
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