viernes, 27 de julio de 2012

La casa de nuestra vida



Abro un libro de sueños de Walter Benjamin. Una muestra:

Ya hace mucho que hemos olvidado el ritual con el que se construyó esa casa, la de nuestra vida. Pero si es asaltada y las bombas enemigas ya están cayendo sobre ella, de repente unas esmirriadas y extravagantes antiguallas quedan a la vista en los cimientos. ¡Cuántas cosas fueron enterradas y sacrificadas ahí abajo entre fórmulas mágicas! ¡Qué grimoso gabinete de rarezas descubrimos abajo, donde a lo más cotidiano le han sido reservados los pozos más profundos! 

 (Walter Benjamin, Sueños, p. 20, tr. Juan Barja y Joaquín Chamorro Mielke).

domingo, 8 de julio de 2012

Estudio élfico

Hora de regresos. Ya que el caballero Gharlhahath los mentaba, vuelven los elfos, con esta pieza instrumental para tres voces que suena aquí en el más élfico de los instrumentos del rock, el melotrón, y en el castañeteo antañón del clave.


Añado otra versión, con una leve enmienda. Así suena la cosa en piano eléctrico:

viernes, 6 de julio de 2012

Que llueva, que llueva

Un pequeño experimento estival (y estiwaltz). Esta canción se canta en Torrequemada (Cáceres) para pedirle a la Virgen del Salor que haga caer la lluvia. La letra dice así:

—¿Qué es aquello que reluce 
por cima de la Custodia? 
—Es la Virgen del Saló,
que va por agua a la Gloria. 

Agua, Virgen del Saló. 
Agua, Virgen del Rosario. 
Agua, Virgen del Saló, 
que nos secan los campos. 

De la pregunta que sirve como fórmula de partida, que también utilizó alguna vez Lorca, podríamos hablar en alguna ocasión. Esta vez me he centrado en la música: María del Pilar Barrios Manzano y Ricardo Jiménez Rodrigo reproducen la melodía de esta canción tradicional en su trabajo «Un núcleo rural del llano cacereño: música y tradiciones en Torrequemada», publicado en Saber popular. Revista extremeña de folklore, números 19-20, años 2002-2003, pp. 111-412. La canción aparece en la página 258.

Mi experimento ha consistido en armonizar esta melodía a mi manera (o a la cientovolandera manera, si se prefiere), como si fuera una canción que fuéramos a tocar con el grupo. Le he dado un toque modal, mixolidio, porque si no se me hacía, a más de sencilla, simplona. Vds. dirán (si les apetece) si el juego ha sido niño o niña.

Edito para añadir algunas sugerencias del maestro Aníbal. ¡Mejor así!

También algunas observaciones sobre la melodía: aunque uno tiende a oírla en sol mayor, la nota sol no aparece en toda la pieza. Ocupa su lugar la nota si, que es la tercera del acorde de sol mayor. Pilar Barrios plantea la posibilidad de que sea una melodía muy antigua, en 'modo de mi', o sea, en modo frigio (en este caso, no en tonalidad de mi, sino en si). Yo no logro oírla así, pero sobre el papel es posible. Otra nota que no aparece es la sensible, o sea, la séptima de la escala mayor. No hay fa natural ni sostenido. Eso significa que la melodía puede armonizarse desde sol mayor o desde el modo mixolidio (con fa natural); o combinar las dos cosas, que es lo que hace este arreglo.