Nobis cum semel occidit brevis lux
nox est perpetua una dormienda...
(Catulo)
Escondido en mi canción
de dos acordes con
su eterna cantinela,
acechando la ocasión
de compartir el don
con quien mi amor prefiera.
Tardes en flor de mayo,
perfume de cristal;
cuando la luna muera,
nos queda por velar
la eterna oscuridad.
Refugiado en el rincón
más duro del salón,
esperando la cena;
como el plato principal
de alguna bacanal
erótico-manchega.
Tardes en flor de mayo,
perfume de cristal;
cuando la luna muera,
nos queda por soñar
la noche sin rival.