Qué mundo éste. Los amigos de mi grupo, Ciento Volando, en Facebook superan ya en un centenar a los famosos 300 de las Termópilas. Parece el momento de decir o hacer algo, así que, como odio lo de decir unas palabritas, propongo una acción: si te mola que nuestras canciones suenen por esos mundos, adopta una y muévela por donde quieras (redes sociales, mundo real, Tierras Altas del Sueño...). Luego puedes contar aquí qué efecto ha tenido la maniobra (seguramente nada, pero quién sabe: el mundo es un concurso sin notario).
Las canciones se pueden encontrar en varios sitios: en mi perfil de Youtube o GoEar, en este mismo blog y hasta en Spotify. Son más de 20 años de canciones, y ni de lejos están todas, pero la muestra puede valer. Las grabaciones más pulidas son las del disco de estudio, Por amor a lo que venga, que está en Spotify; pero es probable que las canciones más aventureras se encuentren en otra parte, con calidades de grabación e interpretación muy variables.
Que lo imposible pase. Y que nosotros lo veamos. De momento, aquí va un incunable: Dos palabras en las escaleras de un banco y ahora tengo el cuerpo que me va a reventar. He sentido como si me tragara la granada con la anilla quitada.
1 comentario:
He ido subiendo a la página las elecciones. Las hay bien curiosas, como la Danza de las amapolas o Todo cae (y todo vuelve).
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