Pues no va a quedar otra que morirse,
lo haremos poco a poco: un día 
uno
y años después su hermano o la primera
muchacha que besó...
Protegidos así por la distancia,
cada uno parece un caso aparte; 
¡mira
 que ir a morirse! Y se condena 
su verde y novelera inclinación.
* 
El amor y la muerte, como sabes,
viajan siempre en estrecha soledad. 
El
 amor, concentrado en derramarse; 
la muerte, cortejando la ocasión. 
* 
Uno muere de amor, o el amor muere
dejándonos a modo de cadáver 
nuestra propia presencia. Su rencor.

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