martes, 9 de septiembre de 2008

A Occidente le huelen los pies


Hasta 120 discos de música psicodélica y progresiva española nos ofrece (es un decir) Pepe García Lloret en este libro, coeditado por la revista Zona de Obras y la madre SGAE: Psicodelia, hippies y underground en España (1965-1980), 2006. Es un decir porque, precisamente, libros como éste ponen de manifiesto el desfase entre lo que realmente necesitamos y lo que la industria sigue ofreciéndonos. Es absurdo que uno vaya leyendo sobre las excelencias de tal o cual canción (desconocida en principio: en eso está la gracia) y no haya un CD anexo donde podamos ir escuchando el material correspondiente. No es, por supuesto, culpa del autor, que bastante hace con traernos este muestrario de rarezas; y se comprende la dificultad que supondría reunir material de múltiples casas de discos, muchas de las cuales ni siquiera existen ya. Pero lo cierto es que el libro pide ese CD (a falta del mismo, ¿qué nos sugiere la SGAE? ¿Recorrernos las tiendas de segunda mano hasta hallar un ejemplar audible de un single de 1971? ¿Esperar una década o dos a ver si algún avispado pone a la venta, con cuentagotas, parte del tesoro?)

En fin. Respecto a la música en sí, en la medida en que se deja encontrar en Youtube o Goear, o en las disquerías al uso, hay mucho material de saldo (Los Salvajes, Los Pasos y unos cuantos más son infumables, sin atenuantes), pero no faltan los hallazgos. La lista de discos, en orden cronológico, se abre en 1965 con The Canaries (de lo peor: cuánto músico para tan poco gusto) y acaba en 1980, con La Romántica Banda Local. Entre medias, además de la era dorada del rock progresivo español (Smash, Máquina!, Triana), adorable pero más o menos conocida, se ocultan gemas como el «Lamento de Gaitas» de los Archiduques (delirio soul-folk, con un jovencísimo Tino Casal) y la versión surf (para entendernos) de «La danza del fuego» de Falla perpetrada por Los Relámpagos.

De la Romántica apenas me acordaba, y es un descubrimiento que vale el libro. Por mi casa circuló su single «Los borrachos son gente inquebrantable», con una portada gloriosa (Los borrachos, de Velázquez). Descubro ahora que además de «Los borrachos» y «No me gusta el rock» compusieron también la banda sonora de Tú estás loco, Briones, una película totalmente marciana que estaría bien volver a ver, y que su cantante es Carlos Faraco, que solía (¿suele?) hacer miniaturas maravillosas (píldoras) en Radio 3.

La música de la Romántica, como la de Vainica Doble, remite a una época en que se podía ejercer el buen humor y ser un músico competente, y viceversa, sin la seriedad pretenciosa de algunos virtuosos setenteros ni la zafiedad instrumental de los punkarras y nuevaoleros que vinieron después.

Es una pena que no haya, de momento, ninguna actuación suya en Youtube. Goear, al menos, nos trae cuatro cortes: «Introducción», «Los borrachos son gente inquebrantable», «El bus» y «Esto es una farsa». Si se animan, cuéntenme que tal la experiencia.









2 comentarios:

M. Domínguez Senra dijo...

Ostras, ya no me acordaba de "No me gusta el rock". Qué maravilla.

Al59 dijo...

Qué música, qué músicos, qué textos. ¿Ya no nos merecemos grupos así?