Extraño, pero bueno: poco a poco toma forma un disco posible, con canciones nuevas que comparten un aire de familia con otras pasadas, pero sobre todo entre sí. Ésta llevaba días insinuándose, pero hoy se ha perfilado, creo que definitivamente, mientras paseaba. Les traigo dos versiones: a la primera, instrumental, le falta la parte final, y a la segunda, cantada, le sobro yo; pero qué le vamos a hacer. La letra (aún tentativa) dice así:
Nobis cum semel occidit brevis lux nox est perpetua una dormienda... (Catulo)
Escondido en mi canción de dos acordes con su eterna cantinela, acechando la ocasión de compartir el don con quien mi amor prefiera.
Tardes de sol y mayo, perfume de cristal; cuando la luna muera, nos queda por velar la eterna oscuridad.
Refugiado en el rincón más duro del salón, esperando la cena; como el plato principal de alguna bacanal erótico-manchega.
Tardes de sol y mayo, perfume de cristal; cuando la luna muera, nos queda por soñar la noche sin rival.
He ido acumulando con los años algunos papeles sobre música popular extremeña, centrándome en las letras, porque el solfeo me resultaba ininteligible. Ahora que empiezo a chanelarlo, he abierto un poco al azar a ver qué encontraba. Ésta es una melodía que recogió el profesor García Matos en su libro de 1944 Lírica popular de la alta Extremadura, con el título de 'Canción báquica' (p. 159). A su juicio, está en modo frigio (?). Le he dado muchas vueltas al acompañamiento y sigo sin tener clara la tonalidad (¿do dórico?).
Como la incertidumbre es fértil, van cinco tientos.
I. Con estos acordes cientovolanderos, modulantes, a mí me suena mikeoldfieldiana.
II ...pero con estos otros, minimalistas, bajando un poco el tiempo, cambiando a 6/8 e interpretando la melodía como si estuviera en modo dórico, la cosa puede sonar así de distinta:
III. Claro que cabría mezclar los dos enfoques, manteniendo los timbres de II pero incorporando algunos de los cambios de acordes de I...
IV. ...para después inclinarse por una versión enriquecida de II, en otros timbres y con la melodía apoyada por un rasgueo...
V. Y al final preferir la versión armónicamente más rica, con el toque barroco del clavicordio.