Volviendo sobre mis ogresas favoritas, las del mundo antiguo, encuentro sin buscarlo este poema de Kostis Palamás, incluido (creo) en su primer libro, Canciones de mi patria (1886), que podría adscribirse a eso que se llama en nuestra poesía, a propósito de Lorca y Alberti, el neopopularismo.
El poema, muy breve, es como un resumen de la canción tradicional sobre la Lamia que traduje en su día aquí. Palamás sigue los pasos del héroe del cantar, pero a diferencia de este, no logra escapar de la trampa que le tiende el monstruo: se queda allí abajo meditando en la ironía de su destino.
Así dice el poema:
Λάμια
Η μαύρη Λάμια που έκλεισε
στην καρδιά της τον Άδη,
να κατέβω με πρόσταξε
μέσ’ στο ξερό πηγάδι,
νάβρω το δαχτυλίδι της
που μέσα εκεί έχει πέσει
μ’ ένα διαμάντι λιόκαλο
καρφωμένο στη μέση.
Ψάχνω, δε βρίσκω τίποτε…
Ω νύχτα, ω τέρας πλάνο!
Στα πόδια μου μιαν άβυσσο,
και μια Λάμια αποπάνω.
Y así vendría a sonar la cosa en español (de más está decir que cualquier enmienda sabia es bienvenida):
La Lamia negra que encerró a Hades en su pecho
me pidió que bajara dentro de aquel pozo seco
para encontrar su anillo, que caído se le había,
con su diamante en medio que lucía como el día.
Busco y no encuentro nada. ¡Noche, monstruosa infamia!
A mis pies, un abismo; y arriba, una Lamia.
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