lunes, 6 de agosto de 2012

Juventud, divino tesoro

En su Autobiografía, se sorprende Rubén Darío de que su poesía, tan musical, apenas se haya musicado, incluso en casos como la Sonatina, que, desde el título, llama a ello. Aún hoy, por la razón que sea, no son muchas las canciones que conozco basadas en textos de Darío. Paco Ibáñez hizo una versión preciosa de este poema, la Canción de otoño en primavera; la nuestra, que nos acompaña desde hace ya tiempo, es una lectura blusera, más áspera. Así sonó el otro día en el Jardín de las Delicias de Gargantilla del Lozoya.

1 comentario:

Gharghi dijo...

Lástima que la calidad del sonido en la grabación no le haga justicia.