domingo, 6 de octubre de 2013

Adioses al verano


Hay veces que se conecta uno y se queda asombrado con las maravillas que aparecen ahí en la pantalla, como si nada, esperando hacerse voz, como de la voz surgieron. Esto envía hoy alguna gente de Las Aguas (¿Ana? ¿Vir?) a la lista de la tertulia política del Ateneo:


ADIOSES AL VERANO 

Ya las primeras lluvias del otoño 
dejan que te recuerde, ah largo estío, 
según te vas perdiendo y en el aire 
vive tu olor con el agua disuelto, 
para que no me olvide de cómo ibas 
negando tú las fechas de los hombres 
y toda fe, abierto en días claros 
de más aún serenas noches tibias, 
diciendo "¿y qué?: si hay más que no se cuenta." 

¡Bendito tú, haciéndote de cardos 
ya de cristal resecos, que en mil rosas 
te deshojabas dulce entre estos dedos 
y entre tus chopos verdes, rumorosos, 
(ancho tu río en la ciudad perdida) 
abriendo más veredas a mis pasos, 
ibas lento dejando a sus colores 
desmaírse y asomar entre azules 
nuevos, sabios, al fin las nubes blancas!; 
y por la tierra flores de milagro, 
sin riego, sólo flor a flor de tierra, 
y malvas, moras, y la flor tardía 
que amarillea todas las cunetas, 
y aún azulejos por tus rastrojales 
y más que van brotando de lo seco 
flores sin nombre entre espinas, 
y rojas ya las majuelas, y las agavanzas 
que un día tú  —no yo: tú, moribundo 
largo verano— para mí ensartabas 
en un collar que llevar a una tumba 
humilde, donde no se leen ni nombres, 
y en torno canta un bosque de cipreses.

1 comentario:

rafa herrera dijo...

en buena hora váyase el verano
cuando el otoño trae versos tan dulces
que tan amigos suenan

gracias a uno y otras
rafa