Los criterios de excelencia son paradójicos. Por ejemplo, una obra que genera en abundancia parodias y usos bastardos (como el publicitario), risible o repulsiva en su forma presente, suele ser en origen notable, y si uno se molesta en retirar la costra añadida, es probable que encuentre una piel tersa.
Se ha puesto de moda saquear las canciones de Hair, el gran musical hippy. Primero fue Aquarius, víctima doble de la caspa rafaelita y el lucro; después han puesto sus manazas grasientas en Ain't got no, y ahora le toca el turno a Let the Sunshine In (que, dicho sea de paso, siempre me pareció la pieza más floja del engranaje).
No sé si al mencionar mis favoritas corro el riego de dar ideas a algún publicisto. Espero que no. Tengo debilidad por Easy to be hard y Frank Mills. Esta última tiene, a pesar de la suave ironía, un tono de melancolía otoñal, entre hojas secas y calles mojadas, que encaja bien con los días.
Por si Goear se guardara por un tiempo sus tesoros, como suele, aquí van de coda algunos Youtubes. Son montajes recientes de la obra, afectados algunos por un cierto operaciontriunfismo, que escoge voces clónicas, domesticadas —pero algo conservan. Helos.
4 comentarios:
Para coreografía admirable, tema anterior, la de la película "La maldición de la flor dorada", la guerra parece un ballet milimetrado, precioso. Repetiría película.
Prefiero "Walking in space". Agrego tu blog.
Gracias, Simalme.
si.. yo tambien opino que Fran Mills es una de las mejores rolas.. de hecho llegue a tu blog buscando opiniones, datos, etc sobre la rola.. en fin.. es para recordar el amor perdido, pero no olvidado...
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