Por la razón que sea, algunas canciones acaban teniendo casi tantas vidas como los felinos de antaño. Es el caso de Horas de luz (en mi castillo de arena), que grabamos hace años en dos versiones cantadas, acústica y eléctrica, y que ahora alcanza la vida postrera, con una versión instrumental para dos guitarras que espero oír (y tocar) pronto en vivo.
Aquí van las tres, en el orden en que se grabaron: luz eléctrica (toda guitarras, con un punteo que luego me pareció un poco divagante), acústica (con flauta) y virtual. El juego de las diferencias está servido: aunque la armonía y melodía principal siempre son las mismas, en cada versión les nacen ramajes y vericuetos peculiares, que no sobreviven de una a otra.
[2/7. Edito la versión virtual, corrigiendo errores de medida y añadiendo las repeticiones pertinentes. 4/7 Idem con algunos rasgueos.]
4 comentarios:
Te he mandado otro mensaje a tu correo. Por cierto la versión que más me gusta de "Horas de luz..." es la eléctrica; el punteo mola, aunque necesitaría más presencia; un pelín de distorsión...
D.
En el Facebook, otro amigo, Andújar, se inclina también por esa versión, que es la primera. Es una pena que se hayan destruido las pistas; molaría ecualizarla debidamente.
Pues a mí me gusta mucho la última. Aunque, si se me permite, yo metería por ahí un chelo perezoso...
Y mientras escuchaba alguna de las versiones anteriores, quizás la primera, no sé por qué me acordé de Nick Drake. Tampoco estoy seguro de que esta reminiscencia tenga el más mínimo interés, pero en fin...
Saludos.
Mil gracias, Jesús. ¡Suerte que a alguien le gusta la versión más pulida (y reciente)! La limitación a dos instrumentos era para tener una versión que pueda tocar con mi compañero de clase de guitarra; pero en cuanto tenga un rato, incordio y meto el chelo, vaya que sí.
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