jueves, 14 de marzo de 2013
Sobreviviendo a los planes de estudio
La corrupción de la enseñanza tiene dos pasos de baile: sustituir la cosa por la historia de la cosa y pasar de hacer las cosas a fingir que las haces. En esto los de letras vamos super avanzados: cursamos historia del arte, de la filosofía, de la música y de la literatura y logramos no enseñar a hacer nada siquiera digno en ninguno de esos campos. Y somos expertos en sustituir la obra por su resumen y en memorizar juicios ajenos y verterlos (¡y aceptarlos!) como propios. Sin empacho.
Yo estudié ya música en el BUP con estos conceptos progresados: memorizábamos palabros y palabros sin ligarlos a nada perceptible. Un día pregunté a la profesora qué era eso de los cromatismos y se puso azul. Turquesa.
A la gente que no entiende la gratitud que le tenemos muchos al maestro García Calvo le ayudaría quizá saber que él nos ayudó decisivamente a desengañarnos de todo eso, a no tolerar que nos dieran gato por liebre y a sentirnos poco o nada llamados a seguir practicando tal tocomocho cuando ocupáramos el puesto de nuestros profesores.
De mis alumnos, creo que un tercio entiende por qué me centro en que desarrollen habilidades reales (medir versos, analizar oraciones, reconocer figuras), en las que no cabe dar el pego, y rara vez (quisiera escribir pronto jamás) hago preguntas que les permitan vomitarme lo que han memorizado; a otro tercio le da igual (todos los profesores están locos: mi modalidad de locura no les parece peor ni mejor que otras) y el último, francamente molesto, no entiende por qué me fijo en estas tontadas y no les dejo cascarme la lista de características del modernismo o de las obras de Ortega.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
"Los que no entienden". Había y hay muchos que no entienden bien cuando se trata de García Calvo. Se ve que hay algún problema de entendimiento (razón y voluntad)
En la página "Baúl de Trompetillas" hay una grabación en video de García Calvo dando una clase o una conferencia o algo que parece ocurrir en una universidad, se ve mucha gente joven y toman notas y pregunta. En esta grabación García Calvo habla (o sea, "razona" si admitimos unas cuantas cosas) de cuestiones de métrica y hacia el final se queda medio cortado en una frase cuando menciona a los otros profesores, a los que siguen enseñando las ideas métricas corrientes y más o menos viene a decir que por algo insisten en ignorar lo que señala (o sea, "descubre") García Calvo y siguen con sus enseñanzas. Parece que esos profesores no entienden algo, aunque García Calvo se esfuerza siempre por que se le entienda bien, y se dedican a educar a gente que sea incapaz de entender nada porque ya lo saben. Esos profesores cumplen bien la función asignada al profesor dentro del Sistema Educativo (o sea, "el Poder") y éso sí que lo han entendido bien y lo demuestran.
En cuanto a lo que presenta García Calvo, no hay nada muy difícil de entender pero siempre hay mucha gente que no lo entiende y no es por casualidad.
Una cosa que siempre me agradó del maestro es, incluso en la diatriba, su sentido del humor, no exento de afabilidad. Se ve bien en el final de La cara del que sabe, sin el cual el poema seguiría funcionando, pero bastante menos. No son estas prendas las que más se aprecian en muchos de los discípulos más directos (no sé si también dilectos) del buen Agustín. Quizá pertenezcan a ese tipo de cosas que surgen o no en uno, pero no se aprenden.
Alejandro, yo pregunto a mis alumnos las características del modernismo y las obras de Antonio Machado, por ejemplo. Me refiero a alumnos de cuarto de ESO que desconocían totalmente que había existido el modernismo o quién era Antonio Machado o Juan Ramón Jiménez. No te llego a entender. Memorizar. ¿Qué tiene de malo memorizar en esta etapa? La memoria es el cincuenta por ciento más importante de la inteligencia. Sin memoria no hay aprendizaje. Si te refieres a estados posteriores del conocimiento es cierto que no es lo esencial. Estoy de acuerdo. Pero en estos niveles tan precarios en que estamos. Ignoro cómo son tus alumnos, pero sí sé cómo son los míos. Desconocen todo. Yo soy modesto y pienso que si les suena que existió un "tío" que se llamaba Pío Baroja y que escribió un tocho llamado "El árbol de la ciencia" ya me siento contento. El problema es que la mayoría lo olvidarán, pero les sonará Pío Baroja eso sí. ¿No tiene importancia hacerles conocer un contexto histórico y cultural? No sé, tu post me recuerda al profesor Keating de El club de los poetas muertos. Y eso tenía sentido en un instituto de superélite, con alumnos de élite, en un entorno de élite… Pero yo me muevo en un entorno de supervivencia. Y no me importa que tengan que memorizar que existió el Modernismo y que había un poeta llamado Rubén Darío y que escribió Azul. García Calvo era para élites, y lo entiendo. Pero ¿qué tiene que ver con lo que nos encontramos en las aulas que desconocen TODO? Al menos las aulas que yo conozco son así.
Sin descartar que pueda equivocarme en mi enfoque, Joselu, creo que además me he explicado mal. Lo que yo les indico es que deben siempre aplicar lo que hayan memorizado. Es decir, si se trata de un texto modernista, deben indicar qué rasgos aparecen en el texto concreto que les doy a analizar (que es tanto como poner a prueba si los rasgos en cuestión sirven de veras para entender mejor el texto). Si se trata de un texto de Rubén Darío, deben ser capaces de saber que es suyo si es un texto que hayamos visto en clase o si les doy pistas suficientes para saberlo. Etc. La ventaja que le veo a este enfoque es que memorizar sin entender lo que memorizan, como tantas veces suelen hacer, no les sirve: de hecho, nunca sirve para otra cosa que para aprobar un examen al uso y olvidarlo inmediatamente después —pero en este caso, ni para eso.
Publicar un comentario