sábado, 22 de junio de 2013

Leyendas augustóbrigas: On the Road Again

Vuelvo sobre uno de mis empeños: el libro sobre las leyendas recogidas por mis alumnos del instituto. Encuentro unos apuntes, escritos con prisa en algún momento y que no recordaba. Así  comienzan:

Las leyendas: variaciones de unos pocos temas recurrentes, eterno retorno diferenciado de lo idéntico que vive en variantes.

1. On the road again. La autoestopista fantasma, el alma errante (como Nadja). Hasta la Virgen, convertida en estatua, es Andariega. La muchacha muerta de forma prematura (que retorna). Hija, novia o madre fallida. Su eterno retorno, como la acción eterna de lavar la ropa o peinarse de lavanderas y sirenas,como el castigo de las Danaides y el de Sísifo, expresa la noción de estar preso en un bucle, una cinta (la carretera), como en los sueños en los que uno trata inútilmente de avanzar, pero siempre vuelve al mismo sitio. Aunque sepa los caminos, yo nunca llegaré a Córdoba. Un pasaje sin salida: un laberinto. Correlatos masculinos: el Judío Errante, el Holandés Errante. El fantasma de Robert Johnson subiendo al autobús: You may bury my body / down by the highway side / so my old evil spirit / can get a Greyhound bus and ride (Robert Johnson, Me And The Devil Blues).

1 comentario:

Al59 dijo...

A los fantasmas ciertas cosas se les hacen, literalmente, una eternidad. Me he acordado ahora también de esa treta para despistar duendes que es dejarles delante de la puerta de la casa algo que tienen que ordenar o contar, y que les tiene ocupados toda la noche, sin dejarles entrar a hacer de las suyas.