Una piececilla de la Orquesta Encantada, virtual ella, para abrir el curso. Algunos timbres son psicotrónicos, como diría mi compadre —pero la entraña del asunto es más bien medieval, con su obstinato, su cinco contra tres y su escala dórica. Y esa cosa que tienen las escalas menores arcaicas: que ni son alegres ni tristes, sino otra cosa, volandera e inmediata.
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