jueves, 31 de agosto de 2006

Valorio (IV): Había una vez


¿Un circo? Eso también. Pero no. Una ciudad florida de niños. Algo de este tenor:

Había una vez
una ciudad florida de niños;

de musgo florecían sus muros
medio roídos.


Había, saliendo
de la ciudad, del lado sombrío,
un valle susurrando
por álamos y negrillos.

Había en el bosque
allá a la mitad un claro al abrigo,

cerquita del arroyo,
cercado
de los espinos.


Había en el claro

un matorral de tallos bravíos
de juncos y gamonas
y de lirios amarillos.


Había allí dos
(que iban a hacer de zarzas el nido,
apenas arrullando)
dos aves del paraíso.

Había latiendo
un miedo en el par de corazoncitos
de roce de lagartos,
de pasos por el camino.

Ahora no hay

(¿ves?) ya no hay ni roce ni silbo:

escucha, amor, el miedo
llevado se lo ha el olvido.


Di, ¿qué paso?

Di, ¿dónde están los pájaros pintos?

¿Y el matorral del claro
con su juncar y sus lirios?


¿Y el bosque del Valle
de Oro y sus mil negrillos antiguos?

¿Y la ciudad de donde

se oía gritar los niños?


1978

(Agustín García Calvo, Valorio 42 veces)



3 comentarios:

Emmanuel Frezzotti dijo...

De casualidad encontré tu blog y me gustó mucho. Voy a pasar seguido por aquí. Te dejo un saludo.

Mi blog es:
soloelmundoyyo.blogspot.com

Al59 dijo...

Memo:

Confío en que tendremos ocasión de charlar. He leído la experiencia que relatas en tu blog. Estoy impresionado y te felicito por vivir (como Gabo) para contarla.

Anónimo dijo...

Ubi sum.


http://elsexodelasmoscas.bitacoras.com