domingo, 30 de septiembre de 2007

Charcos de flauta


Para Aker, que me descubrió a Poulenc, esta maravilla alegre-melancólica


Entre estos charcos de flauta
qué ave herida persigue el universo

Candado diluido en mi metal de voz

Mi temperamento superficial
está velando a favor de un alma fina
y el viento se escuece en un balido roto

Esta oscuridad de puente
que adopta estirándose el silencio
este buscar ojos y encontrar alicientes
este ausentarse en sábanas y al menor descuido
como una barca trasmitida de padres a hijos
y cuando la marina de un ciego se estremece
este no ser ajeno a una docena de suspiros
serán siempre un buen camino
para hacer de un álamo una excusa cortés

Como siempre el cielo finge un hermoso desinterés
y deja flotar al borde sus extremidades
pero ved las palomas que se desprenden de sus pies
al menor cambio de tiempo

(Juan Larrea)



(...y, de propina, la Cantinela de la misma sonata)


1 comentario:

Aker dijo...

Gracias, Al, por esta preciosidad del refinamiento francés. Conozco poco a Poulenc. Pero siempre me ha fascinado. Se advierten las presencias de Satie y Ravel (sobre todo, el neoclasicismo de Ravel, tal vez la cima más alta de la música francesa -es una opinión). Armónicamente no parece que se vaya más allá de, por ejemplo, Ravel. Sin embargo, la personalidad de Pulenc destaca inconfundible por su refinamiento extremo, por el adelgazamiento de la línea melódica (¿quién pude cantar con soltura la melodía de esa flauta?) y la sutileza en acordes y timbres. Poulenc, bien es sabido, cambió de vida bruscamente e ingresó de fraile carmelita para los restos. suya es la ópera 'diálogo de Carmelitas'. Creo que Dios se equivocó al llamarlo por un camino tan árido. Suponía que Dios tenía mejores gustos musicales.
Saludos, personas. Es un placer asomarse por aquí. me hace lamentar mi ausencia del mundo de la blogosfera.

Aker