sábado, 21 de junio de 2008

El alma siempre gana


οτι ψυχή δεν έχει,
το χρόνο δεν αντέχει


No me considero inmune a casi nada, pero me ha sorprendido encontrarme enganchado a Virginia Maestro, esta muchacha irregular y traslúcida, capaz de visitar con acierto la canción más trillada de los Beatles (qué pena que no sepa ver que en la raíz de sus amados Cardigans está la ñoñería inteligente de Pic-Nic o Nico. El encargo de Por qué te vas, que vivió como encerrona, era en realidad una lección de heráldica). Lo suyo en Operación Triunfo es la eterna victoria del Yin sobre el Yang: de nada sirven coaliciones y encerronas contra la mansedumbre aviesa y recalcitrante. Está claro que esos profesores de la Academia, mercenarios y desalmados, no pueden enseñarle nada bueno —pero es divertido ver que tampoco logran adocenarla debidamente. Lección del cuento: el ogro (en este caso el tal Risto) es feo de cojones, pero sabe apreciar la belleza.


2 comentarios:

X dijo...

Yo el día que la vi cantando "Creep" de Radiohead me pregunté qué hacía allí. La vi como el Patito Feo entre tanto Bicho Raro...

Al59 dijo...

Encima, la cantó bien —¡y la nominaron! El conflicto me recuerda también el mosqueo de Agamenón con Aquiles: la autoridad (eso que llama el vacuo Chipper "la fuerza") frente a la gracia. Todos quieren que se les valore por lo que, trabajosamente, muestran: en cambio, esta chica seduce por lo que oculta, sugiriendo un trasfondo encantado que te quedas con ganas de conocer. Está en Gibran: el verdadero poeta es el que te deja la sensación de que aún no has leído su mejor poema.