Gracias a todos los que se interesaron en algún momento por la presentación del Devocionario Pop. El evento de ayer fue bien, aunque la jornada empezó con mal pie (literal: casi me rompo un dedo bajando unas escaleras) e incluyó casi tres horas de autocar y una visita a Urgencias. Hizo un día de perros, lo que siempre es una alegría para los amantes de esta noble especie. Asistieron personas inesperadas y faltaron otras comprometidas. El sitio era una librería para élites, algo intimidatoria para bachilleres y profesorado de provincias. Jordi Doce, que habló el primero, bien e tan mesurado, demostró que la crítica literaria es ciencia razonablemente exacta, capaz de ahorrar al analizado muchas horas de diván. Jesús Munárriz fue cálido, halagador y expresivo cual no pensé encontrar jamás, y el autor (que alegó estar bajo los efectos de un fármaco) destapó unos cuantos chismes sobre el poemario y atendió con gusto las peticiones que él mismo pidió al respetable. Un joven bien parecido, que podría ser alguno de los Argonautas o el mismo Hermes, resultó ser M. P.. Aunque no había un capitán de barco que pudiera celebrar bodas alquímicas, no faltó un médico que examinara allí mismo mi pie con enorme tino, provocando las protestas (también mesuradas) de la empleada cuya mesa de trabajo convertimos en consulta eventual de podología. Tras el cónclave, partí a Urgencias, a un hospital de monjitas sito frente al Gregorio Marañón, donde un médico con poco trabajo y menor motivación decretó, placa mediante, que mi pie se regeneraría en breve, durando el síndrome de Byron a lo sumo dos o tres días. Hubo después cónclave de amigos de toda la vida, con abundante choque de jarras cerveciles y anécdotas varias. En conjunto, un día feliz, de eficacia publicitaria muy dudosa, pero capaz de reunir a los cómplices en recuerdo emocionado del crimen. Confieso que, si no la próxima presentación, preparo ya el próximo libro. Adicciones...
11 comentarios:
Pasé, no sin devoción, por la Casa del Libro y me dijeron que mejor si esperaba a que pasaran las fiestas antes de encargarlo, así que me armaré de paciencia.
Mi enhorabuena por el libro, Alejandro, y a ver si te equivocas y la 'eficacia publicitaria' de la presentación se desborda.
saludos
Enhorabuena Alejandro.
Mi cuñado acaba de publicar un nuevo libro de cuentos. Alguna vez ha tratado de regalarmelo. Siempre me he negado. Lo que da valor a un libro y lo que dignifica al autor es que se compre.
Miraré, a ver si puedo comprar el tuyo por internet.
Un abrazo.
¡Ah, la Casa del Libro! Por Internet, dicen que tienen ejemplares disponibles, etc. Yo siempre calculo mes y medio entre pedido y entrega. (Soy optimista.)
Gracias, Horrach. Nunca se sabe, pero en cualquier caso el placer no nos lo quita nadie.
Manolotel: no puedo estar del todo de acuerdo (quizá no es el momento para entrar en honduras; o sí, usted dirá), pero a efectos prácticos es cierto que un libro que no se vende es un libro que no se distribuye y por tanto no se lee, no se reseña, etc.
Felicidades amigo y que sea de muy enhorabuena tu descendencia intelectual. Espero poder conseguir un ejemplar por Internet para leerlo con placer y complacido.
Enhorabuena por el libro Al,
Un pajarito me contó la novedad y quería felicitarte. Yo no soy un gran aficionado a la poesía, pero no por eso cierro ninguna puerta. Espero tenerlo entre manos, si se deja ver por las librerías.
Saludos
Yo sólo quiero... ¡El libro!
Y me hubiera fascinado estar, entre el público silente. Pero yo no puedo hacer, como todas, lo que quiero y mucho menos, planificar (estaba enferma y Madrid, muy lejos para mí).
Pero un ABRAZO. Y, sobre todo... ¿YO quiero ese libro, también... ¿Está ya en las librerías?
Drix
¿YO quiero el libro, no: ¡¡YOQUIEROTULIBRO!! Y, sobre todo, leerlo. Y, además, que tenga la trascendencia, si te viene bien, que merece cuanto haces.
drix
Recuerda AL : "Los pájaros no cantan de noche..."
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