Como observó Carlos Bousoño, no hay razones para pensar que la proporción de personas con talento artístico varíe significativamente de una generación a otra; y sin embargo, eso es lo que parece cuando paramos la vista en determinadas épocas de esplendor, como la década de los 60. Bousoño explica la paradoja a partir de la estética: en determinadas coordenadas del gusto, el talento que podría florecer calla o da sólo vagas muestras de su potencial, sometido a las cortapisas de una normativa (o un mercado) de vía estrecha. Otras veces (pocas), todo es invitación al riesgo, y con él al acierto.
En los 60 (a eso iba) tuvimos por un tiempo lo mejor de dos mundos: la orfebrería puramente pop y la exploración underground. Canciones como Strawberry Fields Forever o White Rabbit sonaban en los clubs más soterraños (y aun emanaban directamente de ellos), pero no se encontraban tampoco a disgusto en la cima de las listas de éxitos.
Aquella apertura generalizada a lo desconocido no se detuvo en el Primer Mundo. En Uruguay, un grupo llamado Los Shakers se especializó en hacer todo lo contrario que, entre nosotros, Los Mustang. En vez de servirnos a los Beatles descafeinados, cebaron el mate con esencias beat y candombe y dieron forma a un repertorio propio que quita el sentido.
Buenos desde el principio, en su disco La Conferencia secreta del Toto's Bar, de 1968, alcanzan la excelencia: no tuvo el Sargento Pimienta mejor continuación, que yo sepa, en ningún disco del mundo.
La maravilla no fue bien entendida por la discográfica ni el público, y Los Shakers se disolvieron en su mejor momento. En España nunca he oído hablar de ellos, aunque imagino que Diego Manrique o Juan de Pablos, un suponer, les habrán dedicado más de un programa.
De las canciones del disco, todas buenas, ésta es mi favorita —y nos da pie a contrastar a Los Shakers del 68 con los del siglo XXI, ya abuelitos, reunidos hace nada (2005) para revivir lo logrado y estrenar nuevas canciones. El arreglo del bandoneón, entre otros detalles, es asombroso. Quien tuvo, retuvo. Benditos sean.
10 comentarios:
Unos tipos curiosisimos Al, algo así como los precusores desconocidos de Elvis Costello, Supertramp y tantos otros. Tu erudición musical contemporanea veo que no tiene límites.
Yo éste fin de semana he digitalzado y equalizado dos viejos temas... los resultados son sorprendentes.
D.
Larga era la sombra de Los Beatles en el Río de la Plata. Por si no la conoce, le traigo esta 'Muchacha ojos de papel', de Almendra:
http://www.youtube.com/watch?v=ftTTBsh06vc
Al otro lado de los Andes, sonaba 'Mira niñita', de Los Jaivas, que comienza como canción de cuna y termina en una desatada cueca. El matrimonio de Jimmy Hendrix con Violeta Parra:
http://www.youtube.com/watch?v=Chk0-R62-OQ
No se nos haga de rogar, D.: adelante esos temas. ¡Directo a GoEar y de ahí a la fama!
Hombre AL, yo decía que los resultados son sorprendentes después de haber sido grabados hace 15 años, pero de eso, a la fama...
Me gustan. Dan un aire especial a los especiales aires Beatlemanos de los que beben.
Debe ser el toque andino...
Hombre, D., famosos ma non troppo (aunque nunca se sabe). Pueden ser famosos aquí, que no es poco —como el resto de la música de cosecha casera que he ido subiendo.
Josepe: usted sí que sabe. La canción de Almendra me ha traído al corazón otra de Tir Na Nog, que bien merece(n) entrada propia. En breves momentos, en su pantalla amiga.
Amo amo amo a los Shakers, y tuve la gran buena fortuna de poder verlos en su reunión, tanto en el teatro ND Ateneo como en el Faena hotel... en primera fila, A DOS METROS DE HUGO!
Más o menos el 99% de la "culpa" de que los Shakers no hayan sido más conocidos y que trascendieran más fronteras, fue de la discográfica, que nunca ayudó mucho, pero les quitó todo apoyo y promoción a medida que se hacían más interesantes.
Los estafaron y los ningunearon.
De todas maneras, hay buscadores y conocedores que disfrutan de este precioso "chivito" que contiene beat, candombe, tango, bossa nova y mucha personalidad.
Ah, aprovechen, porque los tres discos (Los Shakers, For You y Toto's Bar) fueron recientemente remasterizados y reeditados. Apuren, que mañana nunca se sabe...
Escuché a Los Shakers en los 60´en tres diferentes recitales. Tenían una energía enorme. En esa época no existía el pogo, pero la gente se ponía frenética, saltaba y bailaba. También los vi en el 2005. Maravilloso. A los que les gusta la música en general les recomiendo escuchar a Opa, que es lo que los hermanos Fattoruso hicieron en Estados Unidos después de separarse de Los Shakers.
Gracias, Unknown. No se diga más. Muy funky la vibra, ¿no?
Publicar un comentario