Otra pieza, ésta recién hecha de cabeza (doble) a pies, compuesta y arreglada en el mismo día. La trompa va comentando la melodía del violín, y el piano, muy suyo, dibuja los acordes. Vamos sin prisa, pero aquí al lado: aunque todo se repite una vez, el invento completo no llega al minuto.
*
Edito: en esta nueva mezcla se aprecia mejor la segunda melodía, con fagot. Resulta que la trompa es monofónica, y parte de la armonía no llegaba a sonar.
2 comentarios:
A los fantasmas se los ve cruzando de puntillas, pero los secretos..., no sé, me parece que la pieza se queda justo al borde... Me ha gustado.
Gracias, Alfredo. Acabo de editar la pieza y creo que ahora suena más clara. Le puse ese título a la pieza porque me pareció que tenía un aire confidencial, insinuante, favorecido por la brevedad. Es cierto que los fantasmas no llegan a revelar sus secretos: pero ya tendremos todos tiempo de alcanzar su status y conocerlos...
Publicar un comentario