lunes, 1 de agosto de 2011

Mar de fondo I


Las lecciones del tite Antonio. 1991, más o menos. Llego a su casa de Las Águilas con una hoja fotocopiada. Son los primeros versos de un largo poema de un compañero de la facultad, que me ha encantado. La fotocopia murió, y con ella el recuerdo del autor, al que apenas vi un par de días; pero aún recuerdo lo esencial:

El mar repite el verso o la verdad.
Creemos en el naufragio de amor
porque se salvaron las velas más altas...

Antonio coge la hoja y la mira con atención. Son sólo unos segundos, sin embargo.

'Aleixandre', me dice, descartándolos. 'No, no, es un compañero de la fácul'. 'Ya. Pero es Aleixandre. El verso o la verdad. Aleixandre.'

Y lo era. No lo dijo entonces, pero ahora sé que la rima de mar y verdad, y hasta el uso mismo de esta palabra, también debió de molestarle.

Los versos aún me acompañan; pero tienen, desde entonces, algo de juguete roto.

1 comentario:

Gharghi dijo...

A veces los juguetes rotos son los que mas diversión proporcionan.