domingo, 15 de junio de 2014

El ciego alunado



Tantos años escuchando a Malicorne, el gran grupo folk francés, y solo ahora empiezo a entender (literalmente) lo que cantan. Esta ha sido siempre una de mis canciones favoritas, pero no imaginaba que tuviera una letra tan ácida (que me recuerda a la Canción del mendigo, de Espronceda). Así dice, más o menos (gracias a María José y Ana, mis compañeras del insti, por ayudarme a traducirla).


EL LUNÁTICO CIEGO

Ciego soy, me compadecen
y yo a todos compadezco.
Mis ojos ya no están llenos,
pues han perdido sus globos.
En desdicha como esta,
(y tú te burlas, te burlas),
de nada sirve la vela.

Me levanto y de mañana
voy de un pueblo para otro.
Uno me da un cacho pan.
otro un trocito de queso
y cuando la dicha es buena
(y tú te burlas, te burlas),
un poquito de panceta.

Del tendero yo me burlo
y de todas sus cajitas,
yo no preciso papel
ni menos aún las gafas;
mi peine son mis diez dedos
(y tú te burlas, te burlas)
y mis mangas mi pañuelo.

Me guían perro y bastón,
mis dos fieles compañeros:
él uno me lleva a tientas
y el otro de la correa.
¿No os fiaríais mejor
(y tú te burlas, te burlas)
de ellos que de vuestros ojos?

Si algún día tengo un hijo
en esta vida tan grata
yo le rezaré al buen Dios,
también a la Virgen Santa,
que les saquen los dos ojos
(y tú te burlas, te burlas)
y que sean como yo:
ciegos lunáticos viejos.



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