jueves, 11 de enero de 2007

La puerta secreta


Río sin orillas, puerta sin llave. Preparo una clase de Literatura. El protagonista de El cuento del Grial, aún sin nombre, deja la corte del rey Artús para volver a su casa, donde confía encontrar a su madre, sin saber que ésta ha muerto de dolor por su ausencia. En el camino, topa con un río de aguas rápidas y profundas, sin vados, puentes ni barcas. No logrará pasar.

Meses atrás, le daba vueltas a un par de coplas populares, y ahora vuelven, plenas de sentido.

¿Cómo quieres que vaya
de noche a verte
si hay un río en tu puerta
y no tiene puente?

*

Una vez que fui a aceitunas
con unas aceituneras,
me hicieron pasar el río
sin puente y sin pasarela.


El poeta (casi) inédito lleva más de un año pensando si llama o no a la puerta que podría ocultar lo que desea. Esta noche ha sentido que ya no tenía opción: intentarlo se había convertido en una necesidad. La carta está echada. En breve, las aguas se abrirán o se lo llevarán por delante.

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