El arte es alquimia: obtiene del dolor un destilado armonioso, grato (el dulce lamentar de dos pastores). También la maldición y la invectiva (el odio, en suma) pueden optar a esa dulzura despiadada. Tendrás que cambiar esas malas maneras / antes que llegue a dejar de quererte.
Si la canción de Santana es maravillosa, asistir al solo de teclado en primera fila es un privilegio impagable. No se priven.
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