jueves, 4 de noviembre de 2010

No hay dos días iguales (y todos los días, igual)


Leyendo:

Marx pensaba que la modernidad era una excitante historia de emancipación humana y desastre total. Si hay una buena razón para ser marxista, es precisamente porque no muchas otras personas hoy en día cuentan estas dos historias al mismo tiempo; o cuentan una o cuentan otra

(Terry Eagleton, Terror sagrado. La cultura del terror en la historia, p. 47).

Muy cierto; aunque creo que Vargas Llosa, liberal, también suscribiría esa visión contradictoria de 'la modernidad'. Su último libro, sobre los desmanes cometidos durante el colonialismo, es un ejemplo de que, contra lo que predican interesadamente algunos, nunca es tarde para revivir atrocidades, o lo que es lo mismo, resistirse al olvido interesado de tanto dolor y afrenta.

Esta consideracion digamos dialéctica de las cosas como contradictorias puede estar en Marx, como dice Eagleton, pero no abunda entre los marxistas o cualquier otro tipo de doctrinarios. En España vivimos un caso ya caricaturesco, en que se sataniza o blanquea la mercancía según venga del bando psoísta o ppopular, sin el menor escrúpulo.

La visión simultánea de dos cualidades contrarias en el mismo objeto o fenómeno tampoco es común en Platón, por ejemplo. En cambio, a Heráclito sí le debemos muchas observaciones en este sentido. Quizá no sobre recordar algunas, a ver si contribuyen a despertar a la peña de su exceso de certidumbre. Cito la versión de García Calvo (GC), pero indico también la ordenación de los fragmentos en la edición más conocida, de Diels-Kranz

Es el todo divisible / indivisible, génito / ingénito, mortal / inmortal, razonamiento / eternidad, padre / hijo (fr. 47 GC, 50 D-K).

El dios, día / noche, invierno / verano, guerra / paz, hartura / hambre: todos los contrarios juntos, ése es el pensamiento. (fr. 48 GC, 67 D-K).

Para el dios, hermosas todas las cosas y buenas y justas: pero los hombres tienen las unas concebidas como injustas, las otras como justas. (fr. 52 1º GC, 102 D-K).

Que bueno y malo son una y la misma cosa. (fr. 52 bis, 58 1ª D-K).

La mar, agua la más pura y la más sucia: para los peces, potable y salubre; para los hombres, imbebible y mortífera. (fr. 53 GC, 61 D-K).

Camino arriba, camino abajo, uno solo y el mismo. (fr. 60 GC, 60 D-K)

2 comentarios:

Joselu dijo...

Esta visión de la armonía de contrarios forma parte de mi modo de considerar las cosas lo que a veces lleva a entrar en sucesivas contradicciones cuando valoras un hecho desde los dos ángulos. Pienso que ésta es una buena cualidad filosófica y estimula el pensamiento, pero no es la que resulta más popular. Si no, que lo diga Obama, un presidente al que se tilda de "intelectual" por querer entender la complejidad del mundo. Pero ésta es tanta que nos aflige y si entramos en todas las posibilidades ¿por qué Irán no tiene derecho, como Israel o India o Pakistán, a tener su bomba nuclear y misiles de largo alcance?
El Tea Party es una respuesta visceraly primaria a la complejidad del mundo, pero la acción personal y política lleva a simplificar. Para actuar en el mundo es necesario sesgar, reducir, enfrentar, excluir... elegir. Si no, se va camino del desastre y la incomprensión. No hay peor tragedia que quedarse sin camino propio, y es lo que le ha pasado a Obama. Y no creo que pueda rectificar. Si hace lo que los republicanos le exigen, no se los ganará tampoco, y se enajenará a los que le votaron. Si no lo hace, no podrá mantenerse. Es un camino difícil el que plantea Heráclito.

Al59 dijo...

Bueno, Joselu, también se podría pensar que Obama salió elegido por ser menos simplista que Bush (en un momento en que las consecuencias negativas de ese simplismo eran dolorosamente obvias) y se arriesga a perder por eso mismo, cuando la burra vuelve al trigo, té de opio mediante. De todas formas, por lo visto es bastante común que en estos 'interregnos' el electorado se incline por la oposición; después, cuando llegan las elecciones generales, las tornas pueden cambiar.