miércoles, 25 de mayo de 2011

Sin deberes para mañana


Llevo unos días sin voz, virtual al menos. Siento que tendría que decir algo sobre varias cosas, atendiendo sobre todo los comentarios sagaces de los que paráis por aquí; pero (quizá por algo tan tonto como haberme quedado sin el ordenador que solía ser mi campamento base) se me va el rato sin encontrar cómo. No desisto, en fin. La última noticia es tan buena que, al menos, la dejo apuntada, aunque ya ha aparecido en los comentarios: hoy ha hablado Antonio Muñoz Molina de mi Devocionario Pop, larga y generosamente.

*

Otra noticia estupenda es que acaban de llegar en el correo estos versos de Ana Leal, nacidos al calor Solar, y que acompañan muy bien los discursos del maestro de la última entrada. Así corren:

Aires de desengaño están corriendo
agitando la plaza y sus carteles:
¡no tenemos futuro! ¿a qué viene
aburrirse, atontarse trabajando
por eso que decían que tenía
que cumplirse y que se va sintiendo
lo mentira que es, y que es tan falso
igual si está en pasado que en futuro?

Si hay ahora sin fin, si no hay camino
y a cada día con su mal le basta,
¿a qué viene enfadarse y no dejarla
que, libre de futuro, en asambleas,
suene la voz que dice “¡No!” y que canta
“¡Más despreocupación!", que el pueblo sabe,
porque no tiene prisa, ir haciendo
caminitos de vida y deshaciendo
los trampantojos que el Señor le arma,
se llamen Democracia de Ultramemia
o la Revolución para Mañana.”

No hay mañana, no; y no creemos
que haya nada que hacer para mañana.
Por eso aquí seguimos, desmintiendo
las verdades del Orden de la Historia
que se hacía robando horas al sueño,
que es hermano de sangre de la vida,
y no dejando despertar al pobre
que clama: “No hay futuro: ¿lo sabíais?”
y “¡que muera el Patrón de la Semana!”

3 comentarios:

Errabundo dijo...

Que un escritor (diría que mejor lector) con tanta proyección pública le reseñe es un todo un estímulo y una oportunidad. Para celebrarlo, ayer retomé mi ejemplar y estuve saltando de página en página, de canción en canción –canciones son siempre los poemas de Al59-, pasando un buen rato. Me sumo a la felicitación.

Juan Gálvez dijo...

Es la leche, Alejandro. Palabras mayores. Tenía que llegar. Enhorabuena.

Al59 dijo...

Gracias a los dos, Errabundo y Juan. Ha sido un regalo muy inesperado, y por eso mismo me da aliento en un momento en que, la verdad, no me sobraba.