domingo, 16 de octubre de 2011

Toma y daca (leixa-prén)


Salen a la calle mis lindos amores
a maldecir alto contra sus señores
y ay Dios qué bien parecen.

Salen a la calle mis lindos hermanos
a maldecir alto contra sus tiranos
y ay Dios qué bien parecen.

A maldecir alto contra sus señores:
medios demediados, tribunos traidores
y ay Dios qué bien parecen.

A maldecir alto contra sus tiranos:
banqueros sin blanca, clérigos marranos
y ay Dios qué bien parecen.

Medios demediados, tribunos traidores
y expertos en turbios denominadores
y ay Dios qué bien parecen.

Banqueros sin blanca, clérigos marranos
cortos en alcance y largos de manos
y ay Dios qué bien parecen.

4 comentarios:

Joselu dijo...

Esta canción tradicional adaptada a los tiempos presentes me sugiere lecturas paradójicas. Ese qué bien parecen me lleva a una cierta ironía sobre lo que describes.

No sé si es esa tu intención, pero es la que se me impone.

Yo tampoco lo tengo muy claro.

Antonio del Camino dijo...

Amigo Al, por el tono de la canción y el contenido de la misma, uno llega a la conclusión (y no equívoca, creo yo) de lo engañoso de ciertos avances desde los siglos en que se cantaban canciones como esta, a este XXI que, dicho sea de paso, ha venido a superar las previsiones más pesimistas del amigo Discépolo en su Cambalache.

Muy buen texto.

Un abrazo.

Al59 dijo...

Joselu: uno procura siempre seguir el precepto machadiano de la doble luz, aunque cabe que con los recovecos se den reflejos no previstos. Tengo claras mis simpatías en esta lucha. Pero no mucho más que eso.

Al59 dijo...

Amigo Antonio, soy un admirador fatal de las cantigas de amigo, cuyo arte me parece de una depuración y elegancia extremas, al nivel de la mejor poesía de cualquier tiempo. Por ello, nunca me había atrevido a intentar una; pero en cuanto he visto que se me insinuaba la ocasión, me he lanzado a por ella. Gracias por tu benévolo juicio. Un abrazo.