martes, 12 de diciembre de 2006

El limón


En sus mejores años, parte de los experimentos de los Beatles estuvieron orientados hacia lo que podríamos llamar minimalismo: canciones de una sola nota (o casi), como The Word, inspirada en Long Tall Sally, o de un solo acorde (más o menos tramposo), como Tomorrow Never Knows. Nuestro añorado Alfonso compuso también un energético Ball Redon en re menor, que podría considerarse de un solo (aunque matizado) acorde. Yo no he llegado a tal depuración, pero algo me he acercado: esta canción de Por amor a lo que venga tiene sólo dos acordes, tónica y subdominante, aunque invertidos de modo que la nota más baja de la guitarra marque una secuencia ascendente: la, sib, do, re. El efecto, a pesar de que los acordes y la escala sean de lo más corriente, es de un cierto extrañamiento. Confieso que esta vez la grabación y los arreglos me gustan. Luli canta tan bien como suele, Daniel y yo no damos demasiado la nota, y los invitados se lucen: Miguel al bajo, Eliseo Parra al udú (un instrumento africano de percusión que suena, como yo quería, un tanto indio y subacuático) y Gema al clarinete. La letra sale (en parte) del Cancionero secreto de Cantabria, una colección de apasionante cochinadas recopilada por Fernando Gomarín Guirado. Creo que las que yo escogí deben ser casi las únicas para todos los públicos (o mayores de 13 con reparos). Otro día les traigo una antología de las más brutas, para que no se diga.


De tu ventana a la mía
me tiraste y un limón;
el limón me dio en la cara
y el zumo en el corazón.

Dicen que
sólo se puede morir por dos veces
y una vez
llega cuando me miras tú.

La Reina de Corazones
me invitó a tomar el té
y entre vasos de colores
en tu taza me encontré.

Dicen que...

¡Quién pudiera ser sirena,
sirenita de la mar,
para poder a los hombres
matarlos después de amar!

Dicen que...





1 comentario:

Al59 dijo...

Vaya. Antes lo digo... Acabo de hacer la prueba cargando la página con Internet Explorer y se oían a la vez El limón y La cara del que sabe. Ya está corregido. Curioso efecto, por cierto.