Aunque surgió de forma independiente, esta pequeña pieza para piano se convirtió enseguida en fondo de un poema en prosa de un buen amigo que comenzaba, más o menos: "Como si con bombín y con paraguas por la Quinta Avenida..". Desde entonces, como el título indica, nunca se han separado del todo.
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Como si con bombín y con paraguas por la quinta avenida. Ciego de tanto mirar con las manos. Un extraño en la ciudad. No es que me queje, no, pero soy un extraño en la ciudad. Como si con bombín y en el metro, en plena estación de Sol, sonriendo a la gente, nada menos. Y si tienes que hacerlo, mejor esperar un poco e intentar hacerlo con ganas, para que luego la luna no ande arrepintiéndose y deje de llamar o incluso decida pasar la noche estudiando, como solíamos. Y yo nunca te he oído hablar, en serio. Generalmente se me marchaban los oídos lejos, hacia el mar. Y era allí donde más extraño me sentía, porque bebía agua salada y no podía evitar que me supiera a asfalto. Y luego, al volver, no sé, era como no haberse ido nunca de casa y estar aún allí, junto a la cuna, llorando porque está oscuro y hace frío y no viene mamá.
Como si con bombín y con paraguas por la quinta avenida. Exactamente así, tanteando las paredes para no tropezar.
Un extraño en la ciudad.
Como si con bombín y con paraguas por la quinta avenida. Exactamente así, tanteando las paredes para no tropezar.
Un extraño en la ciudad.
(Ricardo; gracias a Sergio por rescatarlo)
3 comentarios:
Gracias, Al, por traer este tema tan alegre, y todo un clásico en su género. Empecemos: la grabación no le hace justicia. Ante todo, no es pieza para un piano con tanto eco electrónico. Se necesitaría el sonido más 'seco' de un piano convencional. El eco emborrona la grabación, la convierte en una niebla difusa sobre la que flota un gracioso piano que trata de hacer lo que puede.
Es pieza que hay que escuchar con mucha claridad y precisión. El ritmo y los arpegios son jugetones y escurridizos. Se necesita una grabación bien ensamblada (medios y haberlo ensayado bien en un buen piano) para que el oyente caiga en la cuenta de que está ante un clásico de un género y una época, que nos asalta con un optimismo descarado y lleno de guiños felices (el autor se las sabía todas cuando lo hizo); y al que no le falta ni le sobra una sola nota.
Pues eso.
Saludos.
Grifo
Aún así se escucha que la melodía es preciosa, y parece estar andando un hombre de negro con un bombín en mediode la lluvia de Nueva York, como un nuevo Gene Kelly. Feliz año
Gracias a ambos. Bien pensado, sí que resultan navideños estos instrumentales, por su aire alegre y despreocupado. Sobre las grabaciones (y las interpretaciones), sólo puedo agradecerle a Grifo su extramada gentileza: salvo las que proceden del CD en estudio, casi todas van de lo espantoso a lo, como mucho, pasable. Son maquetas muy caseras, pensadas para hacerse una idea de lo que podría ser o dar de sí el tema si hubiera ocasión de trabajar de verdad sobre él. Como sé (y empiezo, qué remedio, a aceptarlo) que no habrá tal ocasión, las lanzo por si acaso, a pesar de todo y tal. Como nuestra vida, nuestra obra: un borrador, un pudo ser. Menos da una piedra.
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