Philip K. Dick se sale. Leyendo varias novelas suyas seguidas (Simulacros, Podemos construirle, Nuestros amigos de Frolik 8) veo en primer lugar lo evidente: que casi todo el cine interesante de los últimos años bebe de sus cargas de profundidad contra la identidad humana: si memoria y sentimientos pueden tratarse como módulos de software fácilmente manipulables, adiós al ego y a sus certezas, meros epifenómenos. Por otro lado, la vida certifica la obra: si Dick estuvo como una chota, como parece indudable, supo extraer de su peculiaridad algo vivo, mutante, que anima todas sus páginas. Hay en ellas algo distinto, ese something else que cantaba Eddie Cochran.
4 comentarios:
Coño, debemos estar en la semana de Philip Dick, jajajaj. Seguro que su mente enloquecida sacaría punta a coincidencias de este estilo (en línea de lo que cuenta Carrère, imaginaría que el Nobel estaría al caer).
Por cierto, Alejandro, no he leído nada de Dick, pero tengo mucha curiosidad sobre todo por 'Ubik', ¿se encuentra entre tus lecturas dickianas? Si es así, ¿me la recomiendas?
saludos
Encarecidamente. Si has visto Abre los ojos, de Amenábar, comprobarás que abrevó con buen criterio en esa fuente (aunque lo medio niegue, por lo que he podido leer).
Ostras, yo tampoco he leído nada suyo, pero se cuenta también entre las influencias más reconocidas de los historietistas contemporáneos, en un abanico que va desde el underground puro a la ci-fi más escapista.
(Robert Crumb hizo una adaptación de un episodio de su vida, sacado de una biografía o algo -en Obras completas 3: la historia de mi vida. Ediciones La Cúpula.- pero, vaya, no es lo más destacable suyo.)
Un saludo.
Alejandro,
pues me parece que Amenábar ha fusilado más cosas de Dick. Por lo que he leído en la obra de Carrère, Dick tiene alguna obra sobre personajes muertos que no saben que lo están... También Andrew Niccol ha sacado cosas, pues su guión del 'Show de Truman' es clavado a una de las primeras historias de Dick.
saludos
Publicar un comentario