martes, 14 de agosto de 2007

Osiris desde el corazón del pájaro


Recordamos ya una vez a Juan Eduardo Cirlot, a propósito de un soneto suyo sobre Osiris. No he podido resistirme a la oferta de Siruela, que en el volumen La llama. Poesía (1943-1959), publicado en 2005, reúne varios poemarios notables de Cirlot. De muchos apenas conocíamos el título, como el prometedor Lilith, sobre el cual un amigo poeta, Antonio Casares, se interesó hasta el punto de preguntar a la hija del poeta, la medievalista Victoria Cirlot. Dijo doña Victoria que nos haría llegar el libro, y al final así ha sido, de un modo u otro.

Del prólogo de Enrique Granell, breve y sustancioso, saco la sensación de que Cirlot tenía un interés notable por Egipto. Comenzó a estudiar egiptología en 1936, a los veinte años, y en su correspondencia alude varias veces a «ciertos descubrimientos de 1936».

Dedico a Grifo, explorador de la noche, otro poema osiríaco de Cirlot, de 1945, anterior por tanto al soneto, que parece brotar naturalmente de su último verso (y que se publicó en 1951):

Osiris (mito del poeta)

Yo hablo desde el corazón del pájaro.
Yo hablo desde la arena de la muerte.
Yo hablo desde la rosa profunda
donde rueda un sollozo interminable.

Hablo para las duras adelfas.
Hablo para los blancos esqueletos.
Hablo para los despiadados ríos
que trasvasan la sangre del Incendio.

Y gimo en las montañas tercas,
en las llanuras de frente desolada,
en los espacios que crea mi lenguaje,
como un dios mutilado y repartido.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso el poema para Grifo, yo no lo conocía. Tampoco recordaba el soneto de que hablas, que añado de Wilkpedia: A Osiris

Repartido en pedazos y en lamentos,
repartido en países y en canciones,
repartido en lejanos corazones,
repartido en profundos monumentos.

Repartido en obscuros sentimientos,
repartido en distintas emociones,
repartido en palabras y oraciones,
repartido y perdido en los momentos.

Heredero del tiempo y del espacio,
víctima de transcursos y distancias,
ser en seres deshecho y repartido.

Yo busco tu hermosura y tu palacio,
tu boca de rubíes y fragancias
para reunirte solo en un gemido.

Por cierto, ¿alguien sabe por qué los yazadíes utilizan el pavo real como símbolo religioso y de qué tradición procede esa elección simbólica?

Al59 dijo...

Gracias por dar vida a este eri-al. Sobre el pavo real, no conozco la conexión con los yazadíes —pero los romanos lo consideraban ave sagrada de Juno. Hay pistas en la entrada de la Wikipedia:

La majestuosidad del pavo real llamó la atención del hombre desde épocas antiguas, incorporándolo a la cultura popular y a la religión de diferentes períodos históricos, partiendo de las regiones geográficas que constituyen su hábitat original.

En el hinduismo, el pavo real sirve de montura a Kārttikeya o Skanda, el dios de la guerra. Numerosas tradiciones, especialmente en el sur de la India y Sri Lanka lo relacionan así mismo con deidades locales, representando por ejemplo al poder del trueno. Muchas de las danzas folclóricas de la India incluyendo el Bharatha Natyam muestran pasos inspirados en el baile de cortejo del pavo real.

Una crencia popular de estos países sostiene que cuando el pavo real despliega su imponente penacho es señal inminente de lluvia. [3]

Cuando en el Antiguo Testamento se describen las riquezas del rey Salomón, se incluye al pavo real en posición preponderante:

"Porque el rey Salomón tenía en el mar una flota de naves de Tarsis, con la flota de Hiram. Una vez cada tres años venía la flota de Tarsis, y traía oro, plata, marfil, monos y pavos reales"
Primer libro de Reyes, 10:22, Reina-Valera, 1960

En el Islam se asocia a Iblis, jefe supremo de los demonios, con el pavo real.

El pavo real es el ave nacional de India.


Si no recuerdo mal, los yazadíes son 'adoradores de Iblis'...