Como el tiempo, las circunstancias se repiten:
Hay días buenos y malos
y están los días que llueve
y se nos rompe algo leve
que ya nadie va a arreglar.
y están los días que llueve
y se nos rompe algo leve
que ya nadie va a arreglar.
En junio hará tres años desde que acepté las funciones de secretario de mi instituto. Sabía, en abstracto, a qué me enfrentaba —por saber, hasta sabía lo inútil que es hacerse idea de un alud antes de que te caiga encima. Han pasado ya las canalladas, traiciones, anónimos y abajo firmantes. Hay un informe oficial (con una ortografía y sintaxis que sonrojarían a un alumno de ESO) que echa por tierra la gestión de nuestro equipo. Básicamente, nos acusan de no habernos entendido con quien nunca quiso entenderse con nosotros. Estoy, luciferinamente, por deducir que el suspenso que nos pone Quien Puede demuestra que algo bueno habremos hecho. Gracias, pues. Enhorabuena (y un terroncino de azúcar) al caballo ganador.
7 comentarios:
Ánimo, amigo, de ingratitudes el mundo está lleno. Y de necios también; su conjura es brutal.
Supongo que enerva esta maniobra a quien ha tenido ilusión y ganas, como es el caso. Pero también debe doler el citado informe oficial. Sólo te conozco a ti y sé de tu seriedad y compromiso. Y me es suficiente tu visión de los hechos. Saludos,amigo.
Gracias, amigos. En el blog de Francisco encuentro unas palabras de Simone Weil que describen bien la experiencia: un criterio de lo real es que es duro y rugoso. En ello se encuentran alegrías, pero no lo agradable. Lo agradable pertenece a lo imaginario.
La cita me ha recordado un aforismo de Luis Valdesueiro -genio apartado y oculto a quien amo y pondero sobre todas las cosas: "De las mentiras de la apariencia sólo nos salvan las arrugas de la realidad." Contenido en su volumen de aforismos, "Lucidario".
Se trata de un autor dedicado en cuerpo y alma al aforismo, que trabaja con voluntad de orfebre perfeccionista. El volumen es inencontrable. Dispongo de algún ejemplar sobrante que podría enviarte. Si te interesa, házmelo saber.
Por otro lado, estaba dispuesto a postularme para el puesto de secretario, porque se jubila el actual. Ahora veo que quizá deba "pustularme"...
¡Yo que soñaba con albaranes, debes, haberes, liquidez -¡en esta Cataluña muerta de sed!- y desviaciones presupuestarias...!
Enfatizo entonces, Juan, lo de las alegrías, que también las ha habido. Quizá porque el centro tenía ya una estupenda administrativa y contable, nada de lo que mencionas me ha dado quebraderos de cabeza (alguna vez me ha hastiado, desde luego, pero siendo de letras purísimas, qué menos). Si en tu centro hay buen ambiente (el del mío no hay esencia que lo temple), no tiene por qué ser un via crucis. Como bien decías, también los cronopios deben explorar el mundo, asientos peligrosos inclusive.
Gracias por tu oferta, que desde ahora acepto. Para detalles postales, mejor el correo electrónico, ¿no? El mío es agonza59 @ encina.pntic.mec.es
Parafraseando a "francisco", insisto: pero brutal, brutal.
P.d: Duele, pero ni puto caso.
Un abrazo, poeta.
Gracias, Jose. Ánimo también a vosotros, que de mamonadas oficiales sabéis, por desgracia, más que nadie. ¡Perseveremos!
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