sábado, 26 de abril de 2008

Words of Love (Beatlemania)


Phony beatlemania has bitten the dust, cantaban The Clash, pescadores en río turbio —y conscientes, pues no eran tontos, de que aun maldiciendo daban fe de su vasallaje (como aquella excusa boba de que a Glen Matlock, bajista original de los Sex Pistols, lo echaron del grupo por su mccartneísmo, en favor del obtuso Vicious).

Como los grupos que tocan en las verbenas (a los que homenajean en su Sargento), pero en otra octava, los Beatles fueron muchos grupos y ninguno: si no inventaron todo, como solía decir mi hermano, estuvieron peligrosamente cerca. Y ahí siguen, por doquier, here, there and everywhere: por ejemplo, en Esto no es música, la caja de sorpresas mejor trabada de los últimos tiempos —y en esta otra delicia, The Beatles as Musicians. Revolver through the Anthology, de Walter Everett. (La primera parte, hasta Rubber Soul, habrá que devorarla también cuando haya tiempo.)

El libro de Everett ofrece un análisis musicológico de cada una de las canciones del grupo, perspicaz y razonablemente técnico. No se puede decir que el libro supere las notas gratuitas de Alan Pollack en la Red —el listón había quedado tan alto que rozarlo ya es un logro.

El libro se abre con un desafío que me encantó, y traslado a los lectores del blog:

Sobre las letras de los Beatles se ha discurrido con bien durante treinta años. Sabemos que no hace falta un rompecabezas estilo fluido de conciencia de Lennon o un detallado estudio de personajes de McCartney para trabar una canción de los Beatles rica en palabras y significados singulares: hay más de 750 palabras distintas que aparecen en una (y sólo una) canción de los Beatles. Por ejemplo, el oyente avezado de los Beatles sabrá en qué canción en particular aparece cada una de estas palabras: "sympathize", "cows", "scarlet", "butterflies", "opaque", "lemonade", "darning", "poppies", "fuse", "tunstile", "handkerchief", "hogshead", "illusion", "bootlace", "snow-peaked", "velvet", "glimmering", "disease", "limousine" y "bellyful".

(Lo confieso: treinta años largos de Beatlemania y apruebo con un cinco raspado. ¿Y tú, amable lector? Por si anduvieras tan mal como yo, aquí va una de las difíciles:)




1 comentario:

M. Domínguez Senra dijo...

Pues mira que he escuchado miles y miles de veces las cassettes y los discos de los Beatles, y no sacaría ni siquiera un cinco raspado. Me dejas preocupada. Si esto me pasa con lo que creía saber, qué no será de lo que ni siquiera creía saber.
*Julia es de la época que más me gusta.