domingo, 4 de enero de 2009

Cantar de las Dos Torres


La Fe levantó estas torres. La Fe las ha derribado. Con estas mayúsculas gemelas glosó Agustín García Calvo (por boca de Isabel Escudero, o viceversa) los atentados del 11 de septiembre, que parecían contradecir en cierta medida la explicación de la Realidad habitual en su tertulia. Si el Dinero y el Progreso son los nombres actuales de Dios, y la Democracia su Reino, ¿a qué venían los islamistas con sus versiones caducadas del Sistema a declararle la guerra al Ahora?

Con el Cantar de las dos torres, que acaba de publicarse (Lucina, diciembre del 2008), García Calvo insiste en la identidad entre tirios y troyanos. Como antaño el comunismo real, las versiones antañonas del Programa cumplen su función dialéctica: en algo hay que emplear el armamento, y el contraste con los muslimes medievalizantes sirve para que los súbditos del Progreso Progresado cierren filas: es esto o el Caos.

El tema bélico pide el hexámetro, y el maestro nos lo sirve en una depurada parodia de Homero que recuerda por momentos aquélla de la Lucha de los Ratones y las Ranas (Batracomiomaquia). La influencia de su propia versión de la Ilíada se aprecia en el verso elegido: hexamétrico, sí, pero arromanzado, con ecos del Poema de Mio Cid. Así comienza el libro:

Canta, diosa, la Fe de los hombres hijos de muerte,
Fe que alzaba a los cielos altivos torres a veces
y a veces las arrumbaba por tierra, y di de qué suerte,
siendo una y misma la Fe, guerreaban como si fuesen
una con otra.

Aunque el relato periodístico sirve de base, García Calvo se aparta de él con soltura, trocando personajes y sucesos de actualidad por otros arquetípicos, cual de tebeo. Los aviones que se estrellan no son de vuelo regular, ni están poblados por pasajeros secuestrados a punta de cutter: llegan del Oriente como pájaros de mal agüero. El Alto Estado de las dos fuerzas en guerra está compuesto por potestades sin nombre propio, herederas de los reyes y sotas de la baraja: del lado muslim, tres reyes (que son uno: el Rey de Rosas) y tres Imanes deciden sobre la suerte de los guerreros suicidas, también trinos: el Siete de Verdes, el Nueve de Moras y el Diez de Granates. Del lado occidental, el Uno de Gansos (vagamente Bush) pide consejo a los ministros del Sumo Conglomerado: el titular de Economía (Cinco de Grajos), el de Exteriores (Ocho de Loros, Nuncio de Tratos Interculturales), el de Defensa (Once de Cóndores, Fusta de Ejércitos) y el de Cultura (Cuatro de Buitres).

El libro se cierra, significativamente, con el llanto de las viudas de los tres suicidas y sus maldiciones contra los maridos muertos, cuya gesta es en realidad una huida del amor conyugal:

Dijo así Fátima, esposa del Nueve de Moras la última
y la primera en su amor: "Ah perro, ah, hijo de puta
por muerto te llamo. Ah, nada te importa: el caso es que huyas
de mí y de mi amor. ¿Tan triste era ya la casa, tan dura
la tierra te era?, que has ido a estallar como una burbuja
ni aun el consuelo dejar de cuidar de tu sepultura,
maldito consuelo, o lo mismo medallas de oro y ayudas
a viudas y a hijos que caigan de arriba: a mí eran tus mudas
manos sobando mis nalgas limosna y gracia la única,
y ésa me la has negado tú mismo. ¡Ah, vuela y triunfa
con tu gran muerte!".

Como otros libros de García Calvo publicados en este año (los dramas Diosas cosas y El otro hombre y el poemario, también contraépico, Suma del vuelo de los hombres), el Cantar se lee en un respiro, con más agrado que sorpresa. Siendo los mecanismos de la Realidad siempre los mismos, aburridos y deprimentes, su denuncia corre el riesgo de volverse ella misma cansina si no hay en ella un qué sé yo de descubrimiento ágil e imprevisible: como canta el poeta a la Muerte en una de sus mejores canciones, Hasta para cantar al abismo de la melancolía / hace falta un aliento de gozo, una sal de alegría.

Bien distinta, todo hay que decirlo, es la tercera entrega de la saga de canciones y soliloquios, que también acaba de publicarse: Y más aún canciones y otros juegos. En efecto, aquí se juega a muchas y variadas cosas, con predominio de los zarpazos del amor y el tiempo. Pues éste apremia, en otra les cuento sobre el libro, que me parece el mejor de este año próspero en alumbramientos.


22 comentarios:

Gharghi dijo...

Las torres son la excusa. Lo que importa es la vorágine de poder intraombliguista, en la que están metidos aquellos que se llaman a sí mismos gobernantes del mundo.

Efectivamente, algo hay que hacer con las armas: dejar de fabricarlas. Incluso las "blancas". Ya cortaremos los filetes con los dientes si hace falta.

Mas educación y menos instrucción.

M. Domínguez Senra dijo...

Tú que sabes de mis encuentros de naipes: la mañana del atentado de las TTGG encontré dos cartas de póker representando la reina de picas (oros) y la reina de rombos (espadas). Vaya dos pájaras.
Feliz año, Alejandro.

Anónimo dijo...

Con un compás de alegría
por estas tan buenas nuevas
quiero cantar yo la mía,

porque a la entrada del año
nos lo salude el maestro
(c)alentando al des-engaño.

Ha llegado el dos mil nueve,
dice el reloj de la plaza
que hace cien que no se mueve,

lo proclama el de Borbón
y la de la minifalda
que sale en televisión,

y para el menos creyente
por los bares de mi barrio
lo va diciendo la gente.

Contra este tiempo que corre
vienen con algarabía
a caerse estas dos torres.

Y aun mejor eso que pones
de que se acercan de nuevo
soliloquios y canciones.

Y así, por ser quien sois vos,
y por tus buenas noticias,
gracias, feliz año, adiós.

Rafa

Alejandro Vázquez Ortiz dijo...

¿a qué venían los islamistas con sus versiones caducadas del Sistema a declararle la guerra al Ahora?

¿Es una pregunta retórica o de verdad no casas lo uno con lo otro?

Si no, ahí va mi intento de aclararnoslo:

Primero un fragmento de las Mentiras Principales 17: Dinero.

En fin, lector, déjate engañar, si quieres, por las cuentas y estadísticas económicas en que te consumen la vida, pero no se te oculte esto: que el Dinero está, en el Régimen que hoy padecemos, cumpliendo las mismas funciones de embaucamiento y disimulo que en el viejo Régimen cumplían la Patria, el Honor, el Nombre de Dios, la Fe, la Causa.

Y en fin, que bien le sirve a las dos fes darse por culo mutamente, y que cada pardillo haga sus apuestas y se afilie al que más le haga más llevadera esta vida que es muerte.

Y así con los edificios que se caen y los negritos y rubitos llorando todos pardos de ceniza, hasta alguno se le habrá resubido la Fe que tenía ya medio perdida y olvidada entre fines de semana y horarios de trabajo... y halá la Fe gana, eso es seguro.

Si todo era una pregunta retórica... pues bue, tampoco está demás decirlo pa que no se olvide entre tanta balumba y película de Olvier Stone.

Salud.
Nos leemos.

Anónimo dijo...

"¿Han visto cómo se pone de celoso Alá cuando le tocan a sus mandamientos?Pues claro:¿va a tolerar que le falten el crédito y el respeto? Con la fe no se juega a dudas y bromas, hombre.Y, si uno se atreve, las tropas de creyentes, indignados todos a una, a matar, y a morir, por defenderla. ¿No le suena el cuento de otros sitios? Siempre hay un Dios, con variantes; pero sin Dios no hay órden que se sostenga:"

"El problema es que Dios tiene que ser uno solo: en cada territorio en que se haya impuesto, ha de ser el único, y no consentir que otros en otras partes pretendan ser el uno y verdadero Dios. Apenas entraba yo en mi tirbia adolescencia, me enteré de lo que era eso de los celos: la misería y furia de que una descubríera que no era ella la mujer de uno, o viceversa. Y de ahí esos divinos celos tremebundos que, en guerras de ideas o religiones, han machacado millones de gente a lo largo de la Historia."

Os dejo del Libro de "20 Ventanas y 24 Adolescencias", que ya conoceran algunos, fragmentos del artículo "CELOS DE DIOS" de Agustín García Calvo, de Lucina acordándome de la referencia tan cercana al tema en cuestión que hacía de Alá, pero supongo que para entender ésto el mejor libro que leí de Calvo fue "De Dios".., porque el tema es duro y
difícil de lidiar.

Creo que lo que quería decir Alejandro era aquello que dice Calvo de que "siendo el "Ens realissimum" el Dinero, en quien todas las cosas se unen y se anulan" que cómo se comía eso de las Torres.., ¿a cuento de qué, se caen las Gemelas?. Las Torres se caen como se caen los Imperios, que se caen para resurgir otros supuestamente nuevos, que no difiere de como se inmolan los edificios viejos porque ya van a ser sustituidos por otros también supuestamente nuevos, como se caen las esperanzas y se sustituyen por otras nuevas; y ese Dinero si necesita fe para mantenerse porque sin fe en el Futuro no hay quien sostenga esto, se necesita "fe" porque el futuro no está aquí, de eso se sostienen los Estados, la Banca y la Empresa.

H.

Anónimo dijo...

"El libro se cierra, significativamente, con el llanto de las viudas de los tres suicidas y sus maldiciones contra los maridos muertos, cuya gesta es en realidad una huida del amor conyugal:"

En el canto de las viudas se puede ver la queja de esa huída del hombre hacia su muerte(contada por ellas), por el honor y la patria y de como contrastan con la muerte de el ideal de la familia, que es el Dios al que se aferran ellas. Me encantó ese trozo tan elocuente!, donde al final quedan anuladas todas las fesen post de la fe en el Futuro y como no, en el Dinero.

Saludos!

H.B.

Al59 dijo...

Bien traídas las citas y explicaciones. Tomemos ésta: «El problema es que Dios tiene que ser uno solo: en cada territorio en que se haya impuesto, ha de ser el único, y no consentir que otros en otras partes pretendan ser el uno y verdadero Dios». Con todo, en el Imperio del Dólar la vieja fe en el Dios de la Biblia está muy lejos de haber periclitado: ahí tenemos a los llamados fundamentalistas, cristianos renacidos y demás dando por culo, y sus lecturas literales del AT conviven, en general sin mayor problema, con el Dios más progresado del In God We Trust. ¿Se explica la cosa como mera hipocresía (que el Dios verdadero de esas gentes es el Dinero, y el rollo bíblico mera parafernalia arcaizante) o hay algo más en esa feliz convivencia (que no excluirá, seguro, choques ocasionales: potentados que hacen ostentación de su ateísmo, esos mismos potentados que recuperan 'la fe de sus mayores' y hacen muestra de que el Dinero ya no es motor de sus vidas, etc.)?

Alejandro Vázquez Ortiz dijo...

No puede ser simple hipocresía... a mi me lo parece, por lo menos. Debemos, por lo menos darles el beneficio de la duda.

Según Max Weber, el protestantismo -con los anglosajones, alemanes, etc.- no desprecia el quehacer económico. Muy probablemente un gringo sabe que rendir culto a Dios y ser sostén de la familia son dos cosas indisolubles, que no puede haber una cosa sin otra...

Cosa que nunca sucedió entre nosotros los latinos, ni mediterraneos. La fiesta, el exceso, el gasto siempre está separada -y aún en contra- de la actividad económica. Las ferias de los pueblos, las catedrales monstruosas, la limosna y el pobre bienaventurado son instituciones católicas.

Un gringo debe ver eso como un despilfarro inútil. Las fes se solapan las unas a las otras, aunque a nosotros nos pueda parecer una contradicción.

Salud a todos!

Anónimo dijo...

Decía Calvo en una de sus últimas Tertulias que el tema de la “moralidad “ no concierne a la guerra que se anda haciendo “Contra la Realidad” y vendría a esto mismo a cuento de lo que aquí nos traemos; decir que no concierne supone que por ahí no van los tiros, que creer que la hipocresía tuviera tanto peso sería una manera más de seguir creyendo en Dios, que Dios es una verdad a la que no alcanzamos por inmorales o ineptos, que podríamos aceptar que sin ella todo marcharía bien. Me viene a las mientes aquel cuanto de Cortázar del funeral que salió en aquel juego de la pág. 56 que nos traíamos y de con que gran maestría nos relataba toda la hipocresía de los hechos dados en el ritual del funeral tan ordenadamente dados, y me acuerdo que iba a decirte y no te dije, que en sí era hipócrita hablar de la hipocresía de los demás, o como bien alcanzaba a Nietzsche al menos en esta frase “Nada más hipócrita que la eliminación de la hipocresía”y es que esa “feliz convivencia” se mantiene por la creencia en la misma realidad de uno, de lo que ya está dicho y hecho. Luego la cosa cojea porque la realidad de uno puede venirse abajo, como las Torres.


H.B

Al59 dijo...

Eso me parece a mí: que no es mera hipocresía. Más bien, que a pesar del deseo de Dios de ser Uno, también Él está en cualquier momento a punto de desgajarse en lo sin cuento. En el caso, un suponer, del científico cristiano y capitalista, lo que me parece es que para él su idea de sí mismo, la Ciencia, el Dios de la Biblia y el Dinero son imágenes divinas en distinta medida o función, del mismo modo que el padre efectivo de uno, el superyó o imagen interiorizada del padre que decía aquél y el líder de opinión en quien confía
vienen a ser todos imágenes paternas (y, por qué no, también de Dios: de Dios Padre, se entiende).

Anónimo dijo...

Recuerda Al: " Lo que borra la lluvia..."

Dorian Grey.

Al59 dijo...

"...es tu nombre es tinta roja". Touché.

Alejandro Vázquez Ortiz dijo...

Ecolecuá.

Aunque no sé si debamos decir que Dios está siempre a punto de desmoronarse en lo sin cuento... que la idea de Dios -por lo menos para el sistema está siempre bien clara- y no se derrumba una sola sin que haya otra que venga a reemplazar su lugar.

Es como lo que decía el neoplatónico Proclo... Que por encima de Dios hay una idea superesencial -una idea que no cambia- que es Una e ininteligible y que rige hasta al propio Dios. De igual manera me parece que ocurre aquí: estos nombres de Dios (Dinero, Patria, Jeová, Alá, etc.) no son sino nombres que van y vienen, que convivien y pelean por acaparar esa otra idea que es Una, que los rige a todos por igual y demarcan los órdenes de lo que ya no es Uno, de lo que ya no es Padre.

Además bastante útil es esa idea que está por encima de esos Dioses, que bien les permite a cualquiera decir que hay un "progreso", que los fanáticos están "atrasados" y que no han visto que ya no le queda a la humandiad rendir culto, veneración y fe a esos Dioses desgajados y destronados. Y si encima a ello le suman las ideolgías de la democracia... (eso de "cada cual en su casa y Dios en la de todos"), pues tenemos que cada cual se arrima a la sombra de la fe que más le convenga, sin importar contradicciones ni falsedades, rindiendo culto a esa Unidad que está por encima de los nombres.

Y claro que sí! El interior es la forma más directa de saberlo: y ya Freud establecía las razones de psicosis entre los divorcios de los "yo", los "ellos" y los "super-yo", y que la cura del psicoanálisis y las psicologías era siempre volver a concilar esas tres personas (¿santísima trinidad?) en una (¿cuarta?) que ya fuera unidad y que fuera verdaderamente uno.

Salud!
Divagamos contra el Padre.

Al59 dijo...

Por otro lado: no ha comentado nadie la sincronía de estas Dos Torres con aquéllas que dan nombre a la segunda parte de El Señor de los Anillos, de Tolkien. Cuando leí el libro pensé que se refería a Minas Tirith y Minas Morgul; pero parece que no: se trata más bien de Dol Guldur (la torre de Sauron, en Mordor) y Orthanc (la de Saruman). Voluntades malignas, fuertes como torres, o viceversa. La torre es logro y defensa, pero también prisión, virginidad forzosa: allí encierran a Rapunzel, Delgadina y demás princesas. Teniendo eso en cuenta, no es raro que el viento sea (Lorca) 'galán de torres'.

Al59 dijo...

Feliz Año, Marta. Aunque he callejeado un poco estos días, no he vuelto a encontrarme naipes perdidos —pero tu mensaje me pone en otra vez en alerta. Andaré con ojos bien abiertos.

Al59 dijo...

Feliz Año, Rafa. El que se fue empezó bastante mal, pero fue entonándose. Ya veremos cómo viene esta marea.

Alejandro Vázquez Ortiz dijo...

Las torres, cierto, son símbolo de ley y como tal de prisión. ¿No está ahí toda la literatura del Marqués de Sade, en un contínuo vaivénes de castillos, mazmorras y torres, funcionando a la par que como lugares de orgías y desenfrenos del soberano, como prisión y encierro de las vícitmas?

Murallas y torres: símbolos de la civilización. Y ahora que las ciudades ya no están 'bien torreadas' como Ilïo, ¿no estarán significando que ya no las necesitan, no tanto por las guerras o las invaciones, sino porque ya todo es ciudad...? El campo sólo es una ciudad en potencia, así que ya no hace falta delimitar y demarcar el incio y el final... El imperio globalizado del dinero: la pólis universal, el sueño de Marco Aurelio.

Salud!

Anónimo dijo...

Buena crítica, aunque la discusión en los comentarios va bien servida. Sólo apuntar que los nuevos dioses conviven los los viejos, algo que al mundo procura su desastre.

Anónimo dijo...

Recuerda Al: " Chica estás fría y en tus labios se congelan sucios besos de carmín..." Bonita letra compuesta hace 20 años perteneciente a una canción ya de otra época, no por ello mala, y que de tarde en tarde recuerdo con cariño grabada en cinta, con sonido muy mejorable, pero eternamente joveny algo ingenua.
D.

Al59 dijo...

Bienhallado, D. Mi favorita de aquéllas es la de Marilyn, con sus preciosas modulaciones. ¿Habría alguna oportunidad de volver a oírla vía Goear, Youtube o similar?

Anónimo dijo...

Recuerdo Al,aquellas canciones, con un brillo especial, quizás el que te daba poderlas componer con tan pocos medios y conocimientos y
que sonaran bien en una guitarra española, guitarra que todavía existe, retirada por miedo a que se
deshaga para siempre, pero con toda su historia a cuestas.
El tiempo la ha sustituido por otras mas modernas, de más calidad,mejor tocadas, pero sin la mitad del alma que tuvo aquella cuando estuvo en servicio.
¿Conservas tú los instrumentos de aquella época? Sería curioso que se podieran volver a ver...

D.

Al59 dijo...

Sostaecho, D. Ya no vivo en Madrid, pero paro por allí con relativa frecuencia. Será un placer comparar acordes.