De nuevo la orquesta encantada, esta vez con oboe, laúd y harmonio. La canción (aquí, instrumental) es una pieza de carácter, si no de época, luminosa y sin recovecos. Me divierte, en cada caso, localizar qué hay de genérico y de peculiar en el planteamiento. Esta vez la armonía es sencilla, diatónica; pero al inicio del tema no sabemos si estamos en mi menor o en re mayor. El estribillo resuelve la duda, que vuelve a plantearse en la coda (...de lo improbable). Las síncopas hacen el resto (no en vano Gema, que pasó a partitura las canciones del disco, nos llamaba, con afecto, Los Sincopitas).
(¿Y la letra? Mitología casera. Dice así: estrofa, estribillo. ¡Ar!)
Luna de los espejos,
diosa de voz amable.
Niña de los vencejos,
verso de miel y sangre.
Luz esmeralda,
dientes de sable;
diosa del tiempo
de lo improbable.
5 comentarios:
Vaya, hombre, qué casualidad que tengas un blog que se llame Campos de "Fresa". Muy ocurrente.
No se emparanoie, Frida, que el blog lleva años abierto y ventilado. En fin, pues ha venido, ¿quiere un cuenco de fresas? Mi madre las hace con limón. No es de esas recetas chich que salen en el NJ, pero están de muerte.
Sobre lo que pregunta en el nickjournal de García Lorca. Escuché hace pocos meses una grabación de Lorca al piano interpretando una pieza popular( creo, una jota o algo por el estilo, no recuerdo bien).Fue en un programa de Radio Clásica de media hora de duración especializado en grabaciones de vinilo antiguas a 78 rpm.
Gracias, anónimo. Circula por ahí una grabación de Lorca acompañando al piano a la Argentinita, que canta varias canciones populares armonizadas por el poeta. ¿Se refiere a esa grabación o lo que escuchó era una pieza instrumental?
Lo siento, pero no recuerdo más de lo que he dicho, tengo muy mala memoria.Es posible que hubiera voz, o que no la hubiera, no lo sé. Sólo recuerdo que era García Lorca al piano. El presentador no le dio mucha importancia a ese hecho, programa contantemente rarezas muy interesantes. Lo siento.
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