Fortuna falaz,
sombra venidera,
tome usted de mí
y haga lo que deba.
Si pudiera ser,
lléveme con ella;
nunca la olvidé,
y aunque no merezca,
cuando llegue el fin,
si no corre prisa,
quisiera beber
limpia de su risa;
quisiera tomar
de su mano fresca,
devolverle aquel
beso que me diera.
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