El verano aspiró
y contuvo de más el aliento.
Parecía que no
nos hubiera dejado el invierno
y por una ventana entreabierta
sin cortinas, te he visto volver,
te he visto volver a mi lado.
Uno empieza a leer
entre líneas alguna mirada
cuya música invita al diván
y de pronto se sabe enganchado;
a través de la lluvia que besa
al caer estos árboles
hoy te he visto, te he visto volver,
te he visto volver a mi lado.
No te puedes quedar a vivir
a mi aire, espacir como hojas
en el viento mi amor. Siempre dices
que no piensas marcharte; yo sé
qué será lo que fue: ya ha pasado.
Un sueño trasparente
por detrás de un suspiro que dejo
casi siempre pasar. Ojalá
que no hubiera empezado esta vez.
Hoy te he visto, te he visto volver,
te he visto volver a mi lado.
Recorriendo los montes
que dan a la costa
sé que he estado otras veces aquí.
Esa sombra en la niebla
que podría haber sido cualquiera.
Hoy te he visto, te he visto volver,
te he visto volver a mi lado.
Guardaré en un jarrón los porqués
y otras cosas pequeñas.
A una estrella fugaz le pedimos
un deseo. ¿Qué habrá sido de él?
¿Tal vez me lo inventé
intentando pasar un buen rato?
Hoy te he visto, te he visto volver,
te he visto volver a mi lado.
4 comentarios:
Si la traducción es suya, enhorabuena. Si no lo es, también, por traerla.
Gracias, Josepepe. Me encanta hacer estas versiones libérrimas. Es frustrante volcar fielmente la letra de una canción tan hermosa y que quede un churro arrítmico. Así que prefiero reinventármelas.
Me hago eco de Umberto que viene a decir que la traducción puede mejorar lo traducido incluso independientemente de la intención del autor. Es el caso.
Ojalá, JP. También las erratas, según Borges, mejoran a veces los textos (y fue coherente: una vez que se vio aludido como 'José Luis Borges', apuntó con modestia que lo de 'Jorge Luis' era un barroquismo innecesario).
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