Hay heridas que no se perdonan. Otra cosa es que uno sepa a quién culpar por ellas. Tuve un gran amor, o su promesa, cuando era niño —y no pudo ser. ¿Que esto le pasa a cualquiera? Seguro. Vayan estas dos canciones sobre el tema (de la Incredible y Turquoise) para dar fe —y apurar el mal trago.
2 comentarios:
Tranquilo AL, si es la chica que yo imagino, me encontré con ella por casualidad en Plaza de España hace unos 10 años. El tiempo no la había tratado ni bién ni mal; me echó una sonrrisa de suficiencia, yo en los primeros instantes no la reconocí,después mientras caminaba ya caí en quién era. "Lo mejor que conocimos separó nuestros destinos.." decía Presuntos Implicados; muchas veces nuestros recuerdos son más gratificantes de lo que fue la realidad.
Un abrazo
D.
En realidad, no. Pero gracias, anyway :).
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