jueves, 17 de septiembre de 2009

Vaya por Dios


Regreso a las razones teológicas. Como en respuesta a una observación que hice hace unos días (Hágase tu voluntad y no la mía. Un Dios, dos voluntades, tres personas. Seguiremos informando) ha salido del foso este soneto de ocasión, que no recordaba, sobre la dificultad de ser Uno.

Tu Dios es muchos dioses y ninguno.
Uno por tres, el Padre, la Paloma
y el Hijo (punto en cruz, mas punto y coma),
verdugo, juez y reo de consuno.

Rascando más, detrás del tres en uno,
tal genio que se esconde en la redoma
esperan multitud: Dios carne (Soma),
Dios fuego, Dios del pan, Dios del ayuno.

Dios Elohim, plural; Dios Es Quien Es,
Señor de los Ejércitos; Mesías,
Príncipe de la Paz, Hijo del Hombre.

Cuando tal variedad aún no te asombre,
(Motor Inmóvil, Viejo de los Días)
aún falta el Dios que es Dios... pero al revés.


3 comentarios:

Juan Poz dijo...

Totalmente unamuniano, ¡vive dios!, con su filológico sentido del humor, pero sin su pesadísima angustia fideica...

Rafael Herrera dijo...

Y es todavía el Creador
del universo en seis días;
es la Boca de Isaías,
de los muertos Redentor
y Amado de amantes pías.
Él es Vid, su sangre Vino,
es Vida, Verdad, Camino,
el Buen Pastor, el Cordero,
y el colmo de lo divino:
el Único Verdadero.

Al59 dijo...

Con unos versos de Unamuno empieza el libro que he terminado, y que envío uno de estos días a la mar editorial. ¡Que el Criador nos vala con sus vertudes santas!