Regreso a las razones teológicas. Como en respuesta a una observación que hice hace unos días (Hágase tu voluntad y no la mía. Un Dios, dos voluntades, tres personas. Seguiremos informando) ha salido del foso este soneto de ocasión, que no recordaba, sobre la dificultad de ser Uno.
Tu Dios es muchos dioses y ninguno.
Uno por tres, el Padre, la Paloma
y el Hijo (punto en cruz, mas punto y coma),
verdugo, juez y reo de consuno.
Rascando más, detrás del tres en uno,
tal genio que se esconde en la redoma
esperan multitud: Dios carne (Soma),
Dios fuego, Dios del pan, Dios del ayuno.
Dios Elohim, plural; Dios Es Quien Es,
Señor de los Ejércitos; Mesías,
Príncipe de la Paz, Hijo del Hombre.
Cuando tal variedad aún no te asombre,
(Motor Inmóvil, Viejo de los Días)
aún falta el Dios que es Dios... pero al revés.
Uno por tres, el Padre, la Paloma
y el Hijo (punto en cruz, mas punto y coma),
verdugo, juez y reo de consuno.
Rascando más, detrás del tres en uno,
tal genio que se esconde en la redoma
esperan multitud: Dios carne (Soma),
Dios fuego, Dios del pan, Dios del ayuno.
Dios Elohim, plural; Dios Es Quien Es,
Señor de los Ejércitos; Mesías,
Príncipe de la Paz, Hijo del Hombre.
Cuando tal variedad aún no te asombre,
(Motor Inmóvil, Viejo de los Días)
aún falta el Dios que es Dios... pero al revés.
3 comentarios:
Totalmente unamuniano, ¡vive dios!, con su filológico sentido del humor, pero sin su pesadísima angustia fideica...
Y es todavía el Creador
del universo en seis días;
es la Boca de Isaías,
de los muertos Redentor
y Amado de amantes pías.
Él es Vid, su sangre Vino,
es Vida, Verdad, Camino,
el Buen Pastor, el Cordero,
y el colmo de lo divino:
el Único Verdadero.
Con unos versos de Unamuno empieza el libro que he terminado, y que envío uno de estos días a la mar editorial. ¡Que el Criador nos vala con sus vertudes santas!
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