Los Reyes me han traído un regalito con el que espero ir pasando en estos días a mp3 las muchas cassettes cientovolanderas y asociadas que han sobrevivido hasta hoy. Ha querido el azar que la primera entrega sea ésta: un poema de Catulo, el carmen LI, que interpretamos un grupo de amigos en directo en el Paraninfo de la Complutense en 1993, en un congreso sobre lenguas muertas y agonizantes que se llamó El Cementerio Animado. La música es del amigo Rafa Herrera y cantan Claudia Paz Yanes y él; a las guitarras, Rafa y yo mismo. Así dice el texto en su latín y en la esmerada traducción de Rafa:
Ille mi par esse deo videtur,
ille, si fas est, superare divos,
qui sedens adversus identidem te
spectat et audit
dulce ridentem, misero quod omnis
eripit sensus mihi: nam simul te,
Lesbia, aspexi, nihil est super mi
vocis in ore;
lingua sed torpet, tenuis sub artus
flamma demanat, sonitu suopte
tintinant aures, gemina et teguntur
lumina nocte.
otium, Catulle, tibi molestum est:
otio exsultas nimiumque gestis:
otium et prius reges et beatas
perdidit urbes.
*
Él igual a un dios ante mí parece,
él, si puede ser, que a los dioses gana,
quien sentado ahí, frente a ti, sin pausa
te oye y te mira
mientras dulce ríes, lo cual me arranca,
triste, mis sentidos, pues al momento,
Lesbia, en que te miro, ya no me queda
voz en la boca;
mas mi lengua trábase, tenue llama
corre por mis huesos, con son interno
suenan mis oídos y doble noche
cubre mis ojos.
(Te es molesto el ocio, Catulo, el ocio
hace que te agites y exaltes mucho.
Ya ha perdido el ocio primero a reyes
y urbes felices.)
(La grabación comienza en el segundo verso. Nadie es perfecto.)
ille, si fas est, superare divos,
qui sedens adversus identidem te
spectat et audit
dulce ridentem, misero quod omnis
eripit sensus mihi: nam simul te,
Lesbia, aspexi, nihil est super mi
vocis in ore;
lingua sed torpet, tenuis sub artus
flamma demanat, sonitu suopte
tintinant aures, gemina et teguntur
lumina nocte.
otium, Catulle, tibi molestum est:
otio exsultas nimiumque gestis:
otium et prius reges et beatas
perdidit urbes.
*
Él igual a un dios ante mí parece,
él, si puede ser, que a los dioses gana,
quien sentado ahí, frente a ti, sin pausa
te oye y te mira
mientras dulce ríes, lo cual me arranca,
triste, mis sentidos, pues al momento,
Lesbia, en que te miro, ya no me queda
voz en la boca;
mas mi lengua trábase, tenue llama
corre por mis huesos, con son interno
suenan mis oídos y doble noche
cubre mis ojos.
(Te es molesto el ocio, Catulo, el ocio
hace que te agites y exaltes mucho.
Ya ha perdido el ocio primero a reyes
y urbes felices.)
(La grabación comienza en el segundo verso. Nadie es perfecto.)
2 comentarios:
Plas, plas, plas...
Gracias, Alicia. Qué mala prensa ha tenido siempre la ociosidad, madre, según el refrán, de todos los vicios. A los señores de las agendas les sienta fatal que alguien se mueva por el tiempo sin estar cumpliendo planes, pronósticos y propósitos. Sin embargo, sólo de ese perderse en el tiempo, como quien se pierde en el bosque, puede salir algo inesperado. Y de eso, de aguardar lo inesperado, vivimos en última instancia.
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