Cada tarde, sí, trae su enigma. Pocos se dejan domeñar. El de esta tarde ha querido prestarse. Traía un aire a medio camino entre las gnossiennes de Satie y ciertas armonías de King Crimson. Una vez traducido a corcheas, se probó todos los timbres hasta hallar el sitar y declararse resuelto. Mentía, sin duda. Pero algo es algo: así suena.
(O quizá de esta otra manera.)
2 comentarios:
Alejandro querido, con este nuevo fondo de bitácora que gastas, en mi mac al menos me es imposible leer lo que escribes. Me quedo con las ganas. Al menos puedo escuchar a Ciento volando, gracias por compartir vuestros temas. Un abrazo, J12
Gracias por el aviso, Jordi. He cambiado el fondo, a ver si tenemos más suerte. Un abrazo.
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